Mi jornada por sobrevivir

Más reciente

Día 7 «Éxodo» Parte 1

 

Durante esa noche, no pude dormir; trate de conciliar el sueño pero… la muerte de Oz  había calado en el ánimo del equipo, sin embargo había sido una oportunidad muy importante para estudiar qué demonios estaba pasando, descendí de la camioneta y me dirigí hacia donde estaba el cuerpo inerte de mi amigo.

Al llegar a la parte trasera de la segunda camioneta, pude observar que Wolf continuaba observando a Oz, los demás compañeros habían regresado a las camionetas a tratar de descansar, el pueblo había quedado aún lejos, -Wolf- le dije al mirar que seguía apuntándole al cuerpo inerte –el no volverá a moverse, puedes bajar el arma-  le dije, pero él siguió apuntándole, se encontraba en shock, no todos los días le vuelas la cabeza a uno de tus mejores amigos, moví el cañón del arma y Wolf me miro, para luego decirme –Esto no se supone que pasaría así… se supone que sobreviviríamos a esta crisis y reconstruiríamos nuestras vidas…–  mire a Wolf un par de segundos, sin saber que decirle, finalmente le respondí –Esto, es un éxodo, una búsqueda por sobrevivir, Oz conocía los peligros de este viaje y sin embargo, el hizo su elección–, mire nuevamente a Wolf a los ojos y le dije –si yo… llegara a pasar por algo similar, termina con mi vida automáticamente, no me dejes llegar a ese estado y dame un disparo en la cabeza-.

Wolf me miro con cierto enojo, descendió de la camioneta y se metió en la cabina a dormir, nunca antes lo había visto tan perturbado como en ese momento. Mi clásica forma de meter la pata lo había sacado del estado de shock y lo había sumido al enojo o a la depresión, por el momento no tenía mucho que hacer. Caminé de regreso a la camioneta, la herida aún me dolía y no podía moverme bien aún, me detuve a ver las estrellas antes de volver a ingresar a la camioneta. Suspiré y de pronto el teléfono celular en mi pantalón comenzó a sonar, lo saque rápidamente y mire la pantalla, el número era nuevamente el de Eliza, trate de responderlo pero tras escuchar su voz unos segundos, la llamada se cortó abruptamente, traté de devolver la llamada, pero la grabadora de la compañía de teléfono sonó en lugar de la voz de mi amiga –“El número que usted marco, no está disponible esta fuera del área de servicio, le sugerimos llamar más  tarde” – al no tener éxito y después de intentarlo una docena de veces, decidí regresar a la camioneta y descansar.

La noche paso rápidamente, a pesar de que no pude descansar del todo, el dolor de mi herida y el rostro de Oz enloquecido por la extraña enfermedad / maldición,  me impidieron dormir. Desperté aproximadamente las 7:30 de la mañana, no estaba seguro de que horas fueran en realidad porque nunca había sido partidario de usar el reloj de pulsera, me estiré y revisé la camioneta, esta se encontraba vacía, me acerqué a la puerta y descendí para explorar la otra camioneta, la cual, descontando una cobija abultada que estaba sobre el asiento trasero, se encontraba vacía.

Revisé la caja trasera, el cuerpo de Oz había desaparecido, regresé donde estaba mi escopeta, la cargue y camine como tan cauteloso se puede ser con una pierna que está herida, cerré mis ojos tratando de detectar algo anormal, a lo lejos aprecie el tenue aroma de madera que se quema. Camine poco a poco, hasta donde se encontraba una pequeña fogata, donde mis amigos estaban preparando el desayuno, suspiré aliviado, sin embargo, eso no contestaba donde estaba el cuerpo de Oz, caminé hasta donde se encontraba Annette y Antonio quienes estaban preparando el desayuno.

–Creo que he dormido de más– dije en tono de broma, ambos voltearon a verme, y con una risita de cómplices siguieron preparando el desayuno; un silencio molesto e incómodo estaba alrededor de nosotros 3, hasta que decidí romperlo – ¿Dónde se encuentran Yô y  Wolf?–, ellos dos siguieron en silencio hasta que gritaron –¡Es hora del desayuno!– de entre los arboles surgió Wolf, quien dijo –los preparativos están completos, terminando el desayuno podremos proseguir–, los tres asintieron, momentos después llego Yô cargando a su hijo y señaló –Así lo habría querido Oz, con su extravagancia- desconociendo por completo a que se referían pregunté –¿A qué se refieren? – sin embargo ninguno de ellos me contesto.

El desayuno pasó casi en silencio, nunca me había dado cuenta como las bromas pesadas de Oz podían hacer ameno un desayuno, habían pasado 7 días desde que esta locura había comenzado y de pronto parte de mi mundo se había ido al caño, mire a los demás mientras comían, mientras yo me limité a tomar lo mínimo indispensable para mi persona, cuando terminaron, tomaron un trozo de carbón y se hicieron unas marcas con el hollín del carbón, rompieron el silencio y dijeron al unisón –Es hora– Wolf tomó un leño que estaba quemándose y se dirigieron a lo que sonaba como un caudaloso rio,  al llegar allí vi que Wolf había improvisado una especie de pira funeraria, en la cual descansaba el cuerpo inerte de Oz.

-Estimados amigos- dijo Antonio –nos encontramos aquí reunidos para decirle adiós a uno de nuestros compañeros caídos, tal vez sus bromas no fueran las mejores, ni su sentido del humor el más correcto, sin embargo él ha dejado un gran vacío en nuestro grupo, hemos perdido una risa, a una excelente persona, el mundo queda privado de sus comentarios políticamente incorrectos, sin embargo, nosotros quedamos debilitados y acongojados, no podemos darle una sepultura como debería ser, sin embargo, entregamos nuestro cariño a ti- después de decir eso, Wolf y Yô procedieron a incendiar los troncos de la pira improvisada, el fuego fue consumiendo poco a poco el cuerpo de nuestro amigo; -Un funeral digno de un Vikingo- dijo Annette tras ver el espectáculo, el fuego creó una gran cantidad de humo y el aroma a carne asada casi me hace vomitar, decidí alejarme del lugar, camine hacia la fogata, tome mi escopeta y volví sobre mis pasos rumbo a las camionetas.

Detrás de mí escuche unos pasos, giré mi rostro y vi que era mis amigos, los esperé, Wolf se acercó a mí y tomando impulso me dio un golpe el cual me derribó, lo mire desde el suelo, con una nueva ira que nunca le había visto me gritó –No vuelvas a pedirme una locura como esa nuevamente, somos un equipo y como equipo nos quedaremos-, no podía creerlo, por primera vez  en toda mi vida lo había visto enfurecer, y no supe que decir; gire mi rostro mientras Wolf seguía gritándome, sin embargo, entre gritos pude escuchar lo que parecía ser un gran número de pasos; interrumpí el sermón de Wolf para prevenir a mi equipo –¡Se acercan las cosas!-.

Nos encontrábamos en una clara desventaja, numérica y de posición, las whoommer estaban apagadas y resultaría difícil escapar si se trataba de un gran grupo como el del día anterior, Annette dio la instrucción – ¡Todos debajo de las camionetas! –, nos deslizamos lo más rápido posible,  frente a nosotros paso una gran horda de corredores y caminantes, esperábamos que pasaran de largo, sin embargo, un pequeño grupo se separó atraído por el humo de la pira funeraria, otro grupo se acercó corriendo y tal parecía que estuvieran, revisando el lugar, en busca de un bocado que comer.

Cubrimos nuestras bocas tratando de no emitir sonidos, el primer grupo regresó del lugar de la pira, algunos tenían la ropa incendiándose, no obstante, parecía no molestarles, estos despojos humanos siguieron por el camino, y el segundo grupo comenzó a retirarse, pronto giraron sobre la carretera y continuaron el descenso, mi celular volvió a sonar y esto atrajo la atención de un grupo de cinco corredores atrayéndolos hacia nosotros…

Día 6 Exterminio Parte 3

El teléfono celular comenzó a sonar, mi mano fue directo a mi bolsillo, lo cogí y lo lleve a mi oído para responder, del otro lado de la línea podía escuchar el sonido similar al de tierra siendo paleada, dije – ¿Hola, hay alguien allí? – cuando me respondió – Natsu, no sabía a quién más llamar, ¡Auxilio el campamento de sobrevivientes es una masacre!, mis hermanos se han vuelto locos, me están enterrando viva, no se- la comunicación se cortó abruptamente, revise la pantalla del celular y reconocí el número, se trataba de Eliza, una amiga que conocía desde la universidad y de la cual durante muchos años había sentido algo especial. Consternado por la llamada mire hacia los lados como si tratará de localizar de dónde provenía la llamada, cuando fui embestido y derribado por un Corredor con una pala.

El engendro se abalanzó contra mí, sosteniendo la pala con sus dos manos, irónicamente este artefacto funcionó como una perfecta barrera entre él y yo, use su propia arma para forcejear y mantenerle con uno de mis brazos a una distancia alejada de mi cuerpo, saliva y un poco de sangre caían de su boca, como si fuera un perro rabioso, la escopeta había quedado a un par de metros, por lo que llevé mi mano al mango de la pala, y trate de empujarlo con mi fuerza, logrando que callera hacia un lado, gire tan rápido como pude hacia la escopeta y apunte hacia el agresor, pero este se había ido a perseguir a algún otro desafortunado.

Me incorporé y comencé a  buscar a mis compañeros de equipo, camine hacia el final del campamento, conforme avanzaba encontré diverso número de corredores heridos diversas partes del cuerpo, pero la cabeza se encontraba intacta, ante esta situación les disparé con la escopeta en la cabeza, eliminando la posibilidad de que se volvieran a incorporar.

Al llegar al final del campamento encontré a Oz y a Wolf, quienes estaban espalda con espalda, disparando a los corredores y caminantes, me acerqué a ellos para tratar de auxiliarles, cuando alcance a ver como Oz cambiaba la modalidad del rifle de asalto a modo automático y disparó ignorando mi advertencia contra los agresores, trate de gritarle –¡Oz, Detente te terminarás con toda tu munición!-, Wolf por su parte parecía hacer lo propio, el resultado fue una fulminante ráfaga de disparos. Ante esta situación me escondí detrás de uno de los árboles para evitar ser herido nuevamente, a mi lado vi un gran enjambre de cientos de corredores que se dirigían hacia ellos.

Revisé cuantos cartuchos cargaba en mis bolsillos, traía una pequeña cantidad, insuficiente para ayudarles, ante ello no pude hacer nada, más que huir del lugar, conforme me alejaba escuche muchos disparos y un grito de dolor, corrí hacia la camioneta para buscar explosivos, tomé un par de granadas y me dispuse a salir. Salí nuevamente de la camioneta, cuando vi que Wolf subía a Oz herido en la parte trasera de la camioneta, sobre detrás de ellos se abalanzaba una gran horda de corredores, ante esto quité la espoleta de una de las granadas y la lance, con tal suerte que cuando esta aterrizó entre el grupo de perseguidores, exploto, generando luz, un ruido estrepitoso, giré el rostro para mirar nuevamente unos segundos después, los perseguidores estaban en mutilados volar en pedazos, parecía que estábamos a salvo, ¿pero por cuánto tiempo?

Wolf con celeridad amarró a Oz con una soga polvorienta que estaba allí, me acerqué a Wolf y le pregunté -¿Qué ocurrió?- a lo que respondió –Mientras estábamos tratando de eliminar a los invasores, Oz, agotó toda su carga, y me pidió uno de los cargadores, mientras yo lo buscaba, el trató de cubrirme peleando con su cuchillo, sin embargo, eran muchos más de los que podíamos controlar entre los dos, y… uno de ellos le ha mordido, trate de rescatarlo antes de que le dañaran… Pero fue inútil, le arrancaron una buena parte del brazo- Wolf seguía relatándome su historia mientras trataba de detener el sangrado aplicando un torniquete sobre la zona herida, me acerque a la camioneta y vi como mi amigo estaba mal herido por una serie de mordiscos, -Pero, ¡Esta infectado, no podemos llevarlo con nosotros así, sería un peligro para el grupo!- Wolf me volteo a ver y dijo –Pero tampoco podemos dejarlo a su suerte, ¡es nuestro amigo!-, la conversación fue interrumpida por un movimiento producido de entre las plantas, giramos ambos y preparamos las armas para disparar, de entre ellas salieron Antonio y Annette que también se encontraban asediados por una horda de corredores, prepare la segunda granada que había tomado y la lance contra ellos, a la par que les grité –¡Cúbranseeeee!-, la granada recorrió una trayectoria de algunos metros, Annette y Antonio saltaron hacia las camionetas, permitiendo que está siguiera su curso, impactó contra uno de los perseguidores, luego rodo por el suelo y exploto, destrozando los cuerpos de estos.

La segunda explosión trajo la atención de los corredores y caminantes que estaban alrededor del campamento, por ello decidimos emprender la retirada, abordamos las dos camionetas y salimos del campamento arrollando a algunos corredores y caminantes en el proceso, abandonando el campamento.

Retrocedimos algunos kilómetros hasta donde habíamos sido interceptados por el primer grupo, la primera ocasión, afortunadamente quedaban muy pocos caminantes en el área, Wolf y Antonio arrollaron a estos y  una vez que nos cercioramos que estos no se volverían a incorporarse, nos estacionamos y volvimos a reunirnos, Annette dijo –¡Que ocurrió!, ¿por qué Oz está herido?, dijimos que permaneceríamos en grupo- interrumpí el discurso de Annette para remarcarle –Todos salieron corriendo como pollos sin cabeza, no es de extrañar que uno de nosotros resultará abatido- gire mi cuerpo y me acerqué a la camioneta donde estaba Oz recostado, -sin embargo, tenemos una oportunidad muy importante, la de observar el proceso de esas cosas- Antonio se exalto, me tomo por la camisa y me impacto contra la camioneta –¿Estás loco?, se trata de uno de nosotros, no podemos dejarlo morir-, Annette miro a Antonio y le puso una mano en el hombro –Desgraciadamente Oz no lo logrará, lo mejor que podemos hacer es aprovechar su sacrificio para entender mejor a lo que nos enfrentamos- revise el reloj, habían pasado 20 minutos desde que había sido infectado y dentro de poco oscurecería, subimos a las camionetas para descender hacia el poblado más cercano.

Permanecí observando la otra camioneta, conforme nos dirigíamos carretera abajo, tome la Tablet y registré lo que observaba, los cambios que ocurrían en Oz, mientras Annette trataba de aminorar los síntomas y desinfectar las heridas, para evitar bacterias y microorganismos oportunistas. Cuando arribamos al pueblo eran aproximadamente las 18:15 horas, llegamos a una casa abandonada, ingresamos a la casa cargando a Oz, su cuerpo estaba hirviendo, como un síntoma del combate contra el virus, lo colocamos en el suelo, mientras Wolf y Antonio custodiaban la agonía de nuestro compañero, Annette proseguía con el auxilio.

En la Tablet registre lo siguiente:

Infección/Maldición:

Hora 1: la victima de la enfermedad cae presa del virus, se registran temperaturas corporales superiores a los 40 grados centígrados, escalofríos, nausea.

Hora 2: la temperatura ha alcanzado casi los 45 grados centígrados, se registran delirios, se optó por emplear antibióticos, sin embargo estos no han tenido ninguna reacción benéfica, se descarta la posibilidad de que se trate de una bacteria, sensibilidad corporal disminuida.

Hora 3: Delirios se han vuelto más presentes, decoloración de la zona afectada, la herida se coagula.

Hora 4: Convulsiones, demencia agravada, agresividad, dolor intenso en las articulaciones, agresividad extrema.

Hora 5: Entumecimiento de extremidades y del área infectada, perdida de la coordinación muscular, dificultad para tragar líquidos.

Hora 6: parálisis de la zona inferior del cuerpo, disminución de la frecuencia Cardiaca, dificultad respiratoria.

Hora 7: coma y decremento de las funciones vitales, paro cardiorrespiratorio.

Siendo las 01:00 horas del día 02 de noviembre de 2012, se registra el deceso de Oz, causada por el virus/Maldición Mictlán tras una lenta y dolorosa agonía, su transmisión se deriva del contacto de algún fluido corporal de un infectado a un organismo saludable, es probable que los tiempos de muerte varíe dependiendo de la susceptibilidad del organismo “huésped” respecto a la enfermedad…

Mire como mis amigos estaban decaídos a causa de la perdida, guarde la Tablet y me acerque a donde se encontraba mi amigo, y lo moví para cerciorarme de su muerte, los signos vitales ya no estaban presentes, lleve mi mano a su cuello para revisar el pulso. Lleve mi mano hacia sus ojos y los cerré, comencé a pensar que esta dolorosa muerte para el universo era algo más insignificante que si hubiera sido aplastada una pequeña hormiga, quizá este era nuestro evento de extinción.

Caminé hacia Annette, y Antonio y les sugerí –Será mejor que vayan a descansar, mañana por la mañana procederemos a enterrarlo-, fue entonces que recordé la llamada de Eliza, tendríamos pocas horas para rescatarla.

Una hora más tarde, escuché el sonido del rifle de Asalto, al fin todo había terminado para él.

WebRep
currentVote
noRating
noWeight

Día 6 «Exterminio» parte 2

Tras escuchar el disparo, me moví tan rápido como pude hacia el lugar de donde provenía el ruido, para encontrar a Annette asestando un golpe con la culata de la escopeta a Oz y tirándolo al suelo, para luego gritarle -¡A caso quieres ser comida, nunca dispares un arma sin silenciador durante una practica, es la mejor forma de sonar el triangulo de “LA CENA ESTA SERVIDA“!-, no pude evitar soltar una sonora carcajada al ver a Oz en el suelo, para luego gritarle a Annette -no olvides enseñarles a ponerle el seguro a estos novatos- sonreí  y me acerqué al grupo, bien compañeros, como saben, es necesario que sepan como funciona un arma, Ann ya les enseño cual es el segundo uso del armamento de largo alcance en distancias de combate cuerpo a cuerpo y Oz, ha mostrado como no se debe emplear el armamento– mire a nuestro  alrededor y señalé un gran montículo de tierra, -bien, la primera lección… como  usar el arma, antes que nada deben saber la capacidad de su cargador, si están usando el rifle de asalto, cada clip tiene una capacidad de entre 30 y 90 cartuchos, dependiendo del tamaño de clip y del tipo de clip, puede ser el llamado “Cuerno de chivo”, por su figura curva o el disco, que tiene una mayor capacidad de disparos, además esta arma cuenta con un seguro para evitar los disparos irresponsables, un gatillo, el cuerpo, la culata y tal ves lo mas importante los mecanismos de para apuntar, uno en la parte delantera y uno en la parte trasera, deben estar alineados para acertar un tiro-.

Le cambie momentáneamente el arma a Oz para proseguir con mi explicación, para ello les explique los elementos básicos del ataque con el rifle de asalto AN-94, -Este rifle de Asalto de origen soviético, tiene ventajas sobre los otros rifles de asalto debido a que la mayoría de su estructura  esta compuesta por acero y una cacha de plástico resistente, emplea cartuchos 5.45mm, es decir, tiene la capacidad para dañar con gran precisión. Ésta arma cuenta con un seguro especial de tres funciones, la primera posición es el seguro, cuando este activo el arma  no podrá disparar, lo cual es ideal para cuando uno se encuentra en periodos de tranquilidad-.

Observe el grupo para saber si estaban entendiendo, para mi sorpresa se encontraban atentos y revisando las partes, -la segunda posición del seguro es la posición semi automática, con ella podrán disparar una sola munición cada que jalen el gatillo del arma, esta modalidad es excelente para combates con grupos pequeños o con solo un oponente o un pequeño grupo- hice un disparo para demostrar el funcionamiento del rifle, -asimismo, tenemos la posición automática, esta es la mas peligrosa y tentadora, porque el rifle adquiere la capacidad de disparar la carga completa en pocos segundos, esta opción es útil cuando tenemos un gran grupo de caminantes o corredores acechándonos, sin embargo, esto podría ser contraproducente, puesto que al vaciar el cartucho en pocos segundos el cargador se encontrará vacío, y traer el armamento será tan útil para defenderse como llevar con ustedes una lista de canciones mp3, también tienen que pensar que a mayor número de disparos harán mayor ruido y llamarán más la atención de los seres hostiles- conforme seguía explicando perdí de vista a Annette, que seguramente habría ido a buscar algo para comer, no le presté mucha atención.

Les indique con la mano que apuntaran hacia el montículo de tierra –este es el campo de tiro, como yo les he explicado deben de revisar varias cosas antes de disparar- volví a cambiar el arma con Oz, me apoye en la escopeta y camine unos metros para buscar unas latas o algún residuo de basura, por suerte como aún estábamos cerca del área metropolitana encontré algunas latas de conservas y otras de refresco, las levante y las llevé hacia donde se encontraban mis compañeros, -Estos serán los objetivos de disparo- le pase las latas a Wolf y le solicité las colocara en el montículo –Bien, primero realizarán un disparo a 5 metros y posteriormente retrocederán cada cinco minutos cinco metros, hasta alcanzar una distancia de 25 metros, Jóvenes pueden comenzar-, dije para luego sentarme a observar a una distancia prudente.

Como era de esperarse, Antonio, Wolf y Oz a pesar de haber escuchado mi “tediosa” explicación sobre el funcionamiento del rifle, cometieron los errores del novato, entre los que detecte fueron la imprecisión al alinear los mecanismos para apuntar, o apuntaban más abajo del lugar donde se encontraba el objetivo, reí ante el recuerdo de las primeras ocasiones en que había tenido un arma, me incorporé y me acerque al grupo para indicarles que se detuvieran –¡Señores, el armamento no los va a morder, no le teman a la “patada”, concéntrense en hacer que los instrumentos para apuntar coincidan y disparen!-, me aleje del grupo que estaba ensordecido por las detonaciones del armamento, para  buscar a Annette, a quien vi a lo lejos regresando acompañada por Yö, con algunas latas de comida, las esperé a que llegaran y regresamos donde estaban los tres nuevos tiradores, interrumpimos la práctica y nos pusimos a comer.

El sol se encontraba en lo más alto, el medio día nos había alcanzado y tras un pequeño descanso en ese paraje, le pedí su pistola de Annette –Aprovechando que nos encontramos reunidos, quiero que ante esta circunstancia es necesario o recomendable que lleven consigo 3 tipos de arma, la principal, recomiendo que sea el rifle o cualquier arma que pueda detener a los agresores a larga distancia, además, deben traer un arma que funcione a corta y mediana distancia, como es el caso de la Pistola, con ella deberán saber dispararle a  un objetivo a 5 metros o menos de distancia, para usar esta arma primero deben de olvidar todo, absolutamente todo lo que creen haber visto en las series de televisión, cada novela popular, es prácticamente imposible en un principio apuntarle a la cabeza a cualquier cosa a una distancia mayor, las posibilidades de darle en la cabeza están por debajo de intentar negociar ellos, además que produce una gran tensión-.

Los mire y proseguí – A pesar de que esta situación puede ser o puede tratarse de solventar con el empleo de una mira láser, esta no servirá para calmar el movimiento de la muñeca. Las pistolas son armas prácticas en las circunstancias extremas. Si un caminante o un corredor te atrapan, la pistola puede salvarte la vida, usarla a quemarropa contra la sien o la parte inferior de la cabeza no requerirá de mucha destreza y asegura una muerte definitiva, por ello, solo debemos emplearla como un arma de reserva, esta arma funciona principalmente de la misma manera que el arma larga, sin embargo su seguro se encuentra en la parte trasera del arma, cerca de donde esta lo que llaman gatillo, para cambiar el clip, solo tiene que presionar este botón cerca de la cacha-  presione el botón y extraje el clip, volví a colocarlo y me incorpore con dificultad, tomé el arma con las dos manos –Esta es la forma correcta de tomar el arma para apuntar-, baje el arma aun sosteniéndola con las manos a un lado de mí, di unos pasos y luego la levante a un lado de mi cabeza y regresé hacia el grupo –Estas son las formas correctas de transportar el arma, ambas permiten cierta velocidad de reacción para apuntar y seguridad en caso de que accidentalmente se dispare el arma. Oz, Antonio y Wolf- dije – necesito que usen 2 clips y traten de asestar el mayor número posible de disparos en las latas, tengan presente que ésta podría ser la única oportunidad para apuntar y aprender el uso de un arma corta-.

Tras mi breve discurso me volví a sentar al lado de Annette para observar a los tres probar suerte con el armamento, lo cual no era muy sencillo, no pude evitar reír, pero esto se vio interrumpido cuando un corredor salió de entre las plantas y se abalanzó contra nosotros Annette reacciono rápidamente y le disparó a quemarropa en la sien asesinando al bastardo, pronto escuchamos más gritos y gruñidos, nos incorporamos, tomé mi escopeta y la cargue, para luego gritarles –Será mejor largarnos de aquí, este lugar ya no es seguro!- el sonido de los disparos habían alertado de nuestra presencia a los caminantes y corredores en la zona, y estos habían estado rastreando durante la mañana, mis compañeros corrieron hacia las camionetas, mientras que los aullidos y gemidos se escuchaban más y más cerca, -¡nos confiamos! – grite iracundamente; gire el rostro y vi que un nutrido grupo nos asechaba y mi pierna no aguantaría mucho.

Cuando llegamos a las camionetas detrás de nosotros se podía apreciar sonido del trote de cientos de pies, ¿Cómo le hicieron para  llegar hasta aquí arriba? dije para mí mismo y subí poco a poco la escalinata, sin embargo, uno de los corredores se aferró a mi pierna herida, por suerte no podían subir la escalinata pero tiraba de mi pierna con gran fuerza como si tratara de arrancarla, Antonio encendió el motor y trató de acelerar, pero el corredor parecía  que no dejaría ir  mi pierna; me aferre al asiento mientras Antonio aceleraba, la segunda camioneta también se puso en marcha, y se emparejó a nosotros, Annette, trató de obligar al corredor a soltar mi pierna golpeándolo con la escopeta, pero este nunca cedió, en un momento de lucidez, tomé la pistola que Oz llevaba al cinto y con ella asesté un disparo en la cabeza del corredor. El animal soltó mi pierna y rodo bajo las llantas-.

Habíamos logrado escapar a un error, aunque era extraño, como habían logrado llegar hasta ese lugar tan rápido, a menos que… -¡Antonio! El campamento-, -Ya me lo temía- me respondió y aceleró, minutos después llegamos al campamento.

Cuando entramos al perímetro del campamento del ejército mexicano el campamento se encontraba en llamas, había cuerpos inertes en el suelo con la cabeza atravesada por un balazo, bajamos de la camioneta y quedando estupefactos ante tal destrucción, en el fondo aun podíamos escuchar algunos gritos agonizantes. Mis compañeros ante la situación tomaron el armamento, revisaron que estuviera  listo y corrieron juntos a tratar de ayudar.

Por mi parte temí que esa podría ser la ultima vez que les viera y la incertidumbre me helo la sangre, aunque trate de moverme, el cuerpo me dolía y se mantenía inerte, en ese momento mi celular comenzó a sonar, y el ruido llamo la atención de los corredores, pero aun así no pude hacer nada, más que mirar…

Día 6 Exterminio Parte 1

Me desperté sobresaltado por un mal sueño provocado por la fiebre creada por la herida, mire a todos lados, aun nos encontrábamos en medio de la nada, miré por la ventana y observé detenidamente, -¿no es peligroso dirigirnos a un campamento que no sabemos siquiera si existe?-, a lo que Antonio me respondió – ¿Tienes algún plan mejor?, tratamos de salir de la ciudad por la carretera México-Puebla, pero estaba completamente bloqueada por barricadas, vehículos del ejercito y miles de runners, era una masacre-, mire por la ventanilla y añadí –¿y como estas seguro de que no se repetirá la misma situación en el supuesto campamento?– Oz respondió –Es mejor tener esa opción que sentarnos a esperar la muerte– en el fondo, sabia que ellos tenían razón, pero ya me había encontrado un par de veces en situaciones de esa índole y sin embargo seguía vivo…

Antonio prosiguió la marcha, en el camino había pequeñas poblaciones las cuales parecían auténticos pueblos fantasmas, todo indicaba que esas cosas se largaron del lugar o en el peor de los casos subieron la montaña hacia el campamento en busca de más comida. Por fin llegamos a una bifurcación de la carretera, el reloj del automóvil marcaba las 02:00 horas, todos nos encontrábamos exhaustos. El lugar se veía apacible, deshabitado y tranquilo. Las camionetas se detuvieron a un lado del camino, bajamos de las camionetas y nos reunimos.

Antonio propuso –Según las coordenadas indicadas por la trasmisión, nos encontramos muy cerca del campamento, pero no he logrado ver nada, propongo que descansemos y mañana a primera hora prosigamos la búsqueda-, al grupo le pareció una buena idea por lo que abordamos nuevamente las camionetas para establecer el “campamento”. Me acerqué a Wolf con mucha dificultad y le pregunte -¿Y nuestra sobreviviente?-, a lo que replico  -se despertó hace unos momentos, no hablo, no se movió mas que para abrazar a su bebe y volvió a acurrucarse, me temo que esta experiencia haya sido demasiado para ella-, le agradecí y me di vuelta, para regresar a la camioneta, la aborde y me acomodé.

Una hora después aun no podía conciliar el sueño, tal ves fuera la fiebre, tal ves fuera que estaba preocupado por mi madre, o tal ves, era que a pesar de haberme insensibilizado por ver y leer cierto tipo de películas y libros, me era imposible asimilar que esto era real, me senté y busque entre las cosas que había en la parte trasera de la camioneta, para ver si encontraba lápiz y papel, grande fue mi sorpresa al encontrar una Tablet de la marca de la “Pera”, la revise y trate de encenderla.

Tras varios intentos al fin logre ingresar a la Tablet, y rebusque entre los programas, donde localice un procesador de textos, mi mente estaba confundida, así que preferí desahogar mis pensamientos y escribir algo, pero en mi mente solo estaba todo lo que había sucedido esos últimos días, así que decidí escribir lo que sabia hasta el momento.

Desgraciadamente, hasta el momento no contamos con información suficiente para determinar cual es el origen, cual es la razón de que haya surgido, llego del espacio exterior o simplemente es la venganza de la naturaleza contra la plaga más grande y más peligrosa del planeta… “El hombre”.

Recordé lo que había leído en un libro de ficción y escribí sus primeras líneas para interrogarme a mi mismo y tratar de entender contra que nos enfrentamos… -“¿Qué es a lo que nos enfrentamos? ¿Cómo se crean? ¿Cuáles son sus puntos fuertes y cuáles sus puntos débiles? ¿Qué necesitan? ¿Cuáles son sus deseos? ¿Por qué son tan hostiles con los humanos?”- lleve mi mano a mi barbilla y la frote para tratar de responder a estas interrogantes, de las cuales no estaba seguro… decidí responder una por una de las preguntas con lo que la lógica y los hechos me enseñaban, aun qué, después de casi ser masacrado por un grupo hostil de seres desconocidos la lógica y el sentido común parecían  haber salido volando por la ventana…

¿A qué nos enfrentamos?… la lógica me decía ¡Zombis!, pero ¿que tan cierto era esto?, recordé lo que había dicho mi jefa un día antes, respecto a la posibilidad de que pudiera ser un virus o una bacteria, pero, mi “sueño” en el palacio de Bellas Artes me gritaba que era una maldición y la evidencia del museo de antropología indicaba que se trataba de magia vudú, o ¿acaso era una combinación de las tres?… el sentido común me indicaba que había visto muchas películas la noche anterior y que esto era una pesadilla, pero si lo era… ¿por qué no había despertado al ser herido por la bala o haber sido rodeado múltiples veces por los… walkers y runners?, … o tal ves debería llamarlos caminantes y corredores.

Ante el desconocimiento decidí escribir lo que ya sabía y lo que necesitaba saber.

-Su origen real es desconocido, sin embargo podemos señalar que podría ser tres posibilidades:

  • Bacteriológico o Viral: ocasionado por un agente externo al cuerpo humano, normalmente es la teoría empleada por Hollywood y los videojuegos… la infección debe transmitirse por una mordida o por la exposición de una herida con un fluido corporal del infectado. Debido al origen, la infección debe viajar por el torrente sanguíneo, diseminándose y causando fiebre como un mecanismo de defensa del cuerpo para matar al virus o la bacteria.

Su principal concentración debe ser en el cerebro –esto lo anote al recordar lo que me habían dicho del virus de la rabia- esto debe de causar una locura y agresividad, se pierde el sentido de conservación, porque estos seres a pesar de ser amedrentados con armas, gritos o forcejeos siguen asechando y atacando.

Síntomas: Fiebre, locura, agresividad, ¿Hambre? –este ultimo punto decidí dejarlo entre interrogaciones, porque no sabia a ciencia cierta que era lo que buscaban, si bien los caminantes y corredores atacaban a los humanos, nunca había visto que hacían con ellos, ¿los comían? o ¿sólo atacaban como un perro rabioso y diseminaban la infección? en este punto tenia mas preguntas que respuestas, también quería saber si era un virus cuales eran los síntomas por hora, ¿cuanto tardaba un corredor en transformarse en caminante?, ¿existía la muerte aparente en el proceso de transición o simplemente llegaba un momento en que se daba la atrofia por desgaste muscular y el corredor, al no recordar la necesidad de descansar se volvía lento y torpe, o si es que moría de hambre?, ¿cuanto tiempo tardaba en morir?, ¿Es curable? ¿Se transmite a otras especies?, ante esta posibilidad decidí llamar al Virus Mictlán, en alusión a los vocablos del idioma Nahuatl, mik: “muerte; difuntos” y tlan “lugar de”, es decir, la tierra de los muertos.

Decidí no continuar con esta idea porque al fin de cuentas tenía mas preguntas que no podía contestar y que tardaría días en saber la respuesta.

  • Vudú: según la tradición mágica, este “zombi” se produce por el contacto de la victima con un polvo zombi, empleado por un Sacerdote (Bokor), según la tradición, el polvo ha robado el alma a la victima y lo ha transformado en su fiel esclavo, pero para ello se necesitaría que las personas ingieran polvo zombi mesclado con algún liquido, el cual provocaría que el afectado pierda sus signos vitales y una muerte similar al estado de catalepsia, según se, se requiere un agente químico que han llamado polvo zombi.

Sin embargo… esto implicaría una gran cantidad de polvos vertidos en el agua potable y se requeriría mucho tiempo para realizarlo… de cualquier forma… ¿quien sería el que los estaría controlando?, ¿Qué fines se perseguirían?, y ¿por qué unos fueron afectados y otros no?, seria necesario ir a una biblioteca para saber mas de este tipo de seres…

  • Maldición: según mi percepción la maldición vendría de la lectura del Necronomicon, un ritual del libro de los muertos, supuse que la transmisión de la maldición puede ser causada por la mordida del condenado.

Recordé esto de mis días de licenciatura, cuando acostumbraba revisar toda clase de libro y aquella vez que encontré un Grimorio en la biblioteca, lo hojeé y lo volví a colocar, ¿sería que en aquella ocasión habría liberado el poder de esa obra?

Confundido y con más preguntas que respuestas guarde mi escrito bajo el nombre Zombify, pensé que sería un buen nombre, acorde a la situación y mire el reloj, pasaban de las 04:00 y la penumbra de la noche aun rodeaba todo el lugar, apague la Tablet y me dispuse a dormitar.

A la mañana siguiente, eran aproximadamente las 08:00 horas, cuando desperté, revise los asientos delanteros para encontrar que Oz y Antonio habían abandonado la camioneta, me incorpore y abrí la puerta para buscar el segundo vehiculo, éste se encontraba estacionado a pocos metros de la Whoomer monstruo, con dificultad descendí la escalinata y me acerque a ella, en su interior solo pude ver la silueta de Yö que aparentemente estaba alimentando a su hijo, gire rápidamente el rostro para no incomodarla y busque con la mirada a mi equipo, pero no encontré nada, lo único que estaba a la vista era la pesada escopeta con la que casi me había quitado la vida.

Durante un par de minutos busque con la mirada, cuando de pronto escuché un disparo, tomé la escopeta y con ayuda de ella corrí rumbo a donde provenía el sonido, temiendo lo peor…

Día 5, Separated ways Parte 3… ¿el rescate?

Los motores de ambas camionetas rugían por pleno Paseo de la Reforma, Wolf se veía alterado por tratar de llegar al hospital, -toma la precaución de cargar gasolina antes de que lleguemos o nos veremos atrapados por ese descuido- le dije mientras encendí la radio, sintonicé varias frecuencias al azar, las cuales me devolvieron estática como respuesta.

Tras varios intentos localicé una que transmitía:

“Éste es la señal de emergencia del gobierno de México, se ha declarado alerta roja en las 16 delegaciones del Distrito Federal, los infectados han tomado la Ciudad, todos aquellos sobrevivientes deben dirigirse inmediatamente a la delegación Magdalena Contreras, a los campamentos para sobrevivientes, ubicados en las partes superiores de la carretera Picacho-Ajusco.

Tenemos agua, comida y protección, así como una vacuna para inmunizar…”
El mensaje se repetía una y otra vez, apagué la radio al momento de llegar a una gasolinera que parecía estar en buenas condiciones, la segunda camioneta se detuvo a unos metros de la primera a una distancia prudente por si era necesario embestir o tratar de escapar, tomamos un par de cuchillos de la parte trasera y descendimos de la gran camioneta, para luego revisar si las bombas de distribución se encontraban activas, para desgracia nuestra, no era así.
Mi movimiento era torpe y lento, así que tomé una barreta de metal que se encontraba en el suelo para apoyarme mejor y decidí adelantarme hacia las oficinas de la gasolinera, en busca de alguna manera de activar el sistema o encontrar algo que fuera útil. El lugar era un desastre, vidrios rotos y puertas derribadas, camine con el mayor sigilo posible, en el camino a la oficina que tenía un gran letrero que decía Gerente, localicé una manguera de una pulgada de diámetro y aproximadamente 70 centímetros de largo, la enrolle para guardarla llevarla conmigo, cuando escuche el grito de Wolf -Encontré unos bidones-, me di vuelta y proseguí a salir con la manguera, al parecer ese lugar había sido abandonado hasta por los caminantes.
Regresé para darme cuenta que Oz estaba golpeando un caminante que se había acercado lo suficiente a nosotros, camine hasta Wolf y le entregué la manguera, -ahora tenemos que encontrar una manera de llegar a la gasolina o de robar de los tanques de combustible de otros automóviles-, -Será mas fácil obtener gasolina de otros autos-, caminamos hacia los coches más cercanos, mientras Wolf sustraía la gasolina suficiente de los automóviles estacionados o chocados, yo me cercioraba de que los runners y caminantes no se acercaran.
Veinte minutos después teníamos la gasolina suficiente para llenar los depósitos de 40 litros, ayudé a Wolf a llevar los bidones, para luego verter su contenido con sumo cuidado, finalmente, abordamos nuevamente las camionetas y proseguimos, volví a encender la radio, pero para mi sorpresa las transmisiones habían cesado por completo, proseguimos hasta viaducto Miguel Alemán y dimos vuelta, Wolf aceleró, a pesar de haber algunos coches, éstos salieron volando por la fuerza de la camioneta modificada.
En cuestión de Minutos arribamos a la zona del cerco sanitario, detuvimos ambas camionetas y descendimos para ver como ingresaríamos, Oz propuso hacer un ataque frontal con las camionetas, sin embargo Antonio menciono que sería muy arriesgado porque no teníamos la menor idea de cuantos había dentro, lo mismo sería intentar ingresar a pie, Annette propuso que la camioneta monstruo ingresará haciendo el mayor ruido posible, para atraer a los runners y caminantes, mientras que un segundo grupo ingresaba al hospital ayudado por la camioneta más pequeña; eso me pareció lo más sensato y viable, el problema sería quienes irían, Oz y Annette se ofreció a manejar la camioneta monstruo, sin embargo le evidencie a ella que me sentiría más seguro sabiendo que me estaba cubriendo la espalda, tras unos minutos de discusión, los equipos quedaron estructurados: Oz y Antonio, en la camioneta monstruo como señuelo, mientras que Wolf, Annette y yo ingresaríamos al hospital.
Camine con la barreta hasta la whommer y tomé un rifle de asalto, un par de clips extra de 100 tiros, un cuchillo táctico y un chaleco, Wolf tomo un bastón retráctil y un par de cuchillos, finalmente Annette tomó una escopeta, munición suficiente y un bastón retráctil, abordamos las camionetas, Wolf retrocedió algunos metros, para permitir a Oz y Antonio realizar la operación señuelo.
Oz y Antonio encendieron la camioneta monstruo e hicieron rugir el motor un par de veces, esto atrajo la atención de los infectados, que comenzaron a aullar y correr hacia el cerco, segundos después, retrocedieron lo suficiente y aceleraron para dar le a la camioneta espacio suficiente para desbocar por completo. La Whommer atravesó la estructura metálica como si se tratara de una hoja de papel arrastrada por el viento, luego oz comenzó a gritar como loco y a tocar el claxon del vehículo, los cuales atrajeron por completo la atención del los caminantes y los runners que se encontraban alrededor del hospital y se avalzanzaron en sobre de la avenida Ignacio Zaragoza, para perseguir la ruidosa camioneta.
Wolf aceleró y acerco la camioneta hacia la clínica en la que se encontraba Yö, atravesó las puertas de cristal para luego estacionarse en la recepción del hospital, bajamos y mi celular comenzó a sonar, al contestar, escuche la voz de Yö pidiendo auxilio, traté de calmarla pero fue imposible, la llamada se corto abruptamente lo único que pude escuchar fue en el fondo fue el sonido de gritos y golpes en una puerta metálica.
Nos dirigimos hacia pizarrón de especialidades, para enterarnos que maternidad se encontraba en el cuarto piso, caminamos hacia las escaleras principales, pero estas se encontraban bloqueadas por una escalera colapsada y atravesarla llevaría horas sino es que días, no quedo otra opción que correr hacia las escaleras de emergencia, atravesamos la salida y subimos tan rápido como fue posible hasta el tercer piso, donde terminaban estas, entramos por esta puerta y tras ella había un gran pasillo lleno de caminantes que estaban distraídos atacando una autoclave (un recipiente metálico de paredes gruesas con un cierre hermético que permite trabajar a alta presión para esterilización de material del hospital), aprovechamos esta distracción para subir al cuarto piso por las escaleras.
Al llegar por fin al cuarto piso, el lugar era un desastre, los cuartos se encontraban en llamas y una decena de infectados caminaban lentamente por el lugar, sin importarles estar quemándose, decidimos terminar con ellos haciendo el menor ruido posible, tomamos los cuchillos y los bastones y comenzamos a eliminar uno a uno a los infectados.
Por fin cayó el último de ellos que se encontraba en el piso, Wolf tomó un extintor del pasillo y trato de ingresar al cuarto que presentaba signos de violencia, accionó el aparato y logro que las llamas se sofocaran de la entrada. Ingresamos, era un cuarto normal de hospital, en la cama había un reporte que tenía el nombre del paciente, se trataba de Yö y su hijo, sin embargo, no había señales de ella, revisamos el cuarto en busca de señales, Annette salió de la habitación y revisó el pasillo, Wolf se molestó al pensar que probablemente habíamos llegado demasiado tarde, tomo un cesto de basura y lo lanzo por la ventana.

-¿Pero no te has dado cuenta que la ventana está abierta?- le dije a Wolf tratando de tranquilizarlo- ella pudo escapar por las escaleras de emergencia…-, Annette nos grito para que saliéramos, en el suelo se encontraba el cadáver de la madre de Yö, con marcas de mordidas y el cuello roto-, reingrese al cuarto, tomé una de las sabanas y la cubrí con ella… -¿a caso Yö está muerta?-, negué con la cabeza –hace unos minutos recibí una llamada de su celular, y sonaba como…- reaccioné y bajé usando la barandilla de las escaleras, hasta donde estaba el primer grupo de infectados atacando la autoclave, Wolf y Annette bajaron detrás de mí, -allí esta– señalé la autoclave, -cuando me llamo, solo escuché el sonido de metal siendo golpeado-.
Annette tomo su escopeta y comenzó a dispararles, el crecido grupo de infectados se dieron la vuelta y corrieron hacia nosotros, tomé el rifle, me hinqué con dificultad para tener una mayor estabilidad, le quite el seguro y comencé a disparar, los agresores fueron disminuyendo uno a uno, hasta que el piso se volvió un anexo de la morgue, de la nada se escucho un rugido, el ruido de los disparos habría sido suficiente para alertar a todas las cosas que se encontraran dentro del hospital, Wolf corrió hacia la autoclave y abrió la compuerta, en el interior se encontraba refugiada Yö con su bebé, Wolf se puso en cuclillas y la saco, se encontraba desmayada por la falta de aire en el interior.
Por las escaleras subió un infectado corriendo y se abalanzo contra mí tomándome por sorpresa, por la posición en la que me encontraba me derribo y trato de morderme, pero el rifle me ayudo como un escudo para mantenerlo lejos, Annette corrió hacia la cosa y la empujó por las escaleras. –¡Aquí ya no es seguro para estar!, salgamos de aquí- dijo Annette, para luego correr hacia la salida de Emergencia, me incorporé, tomé la barreta, para luego tomar al bebe entre mis brazos, lo envolví en una toalla y con ella improvisé una especie de reboso, para colgarme al niño en la espalda, detrás de nosotros se escucho un mayor número de rugidos que se acercaban por la escalera principal, Wolf fue el segundo en descender por las escaleras de emergencia.
Finalmente salí y cerré la puerta, apoye la barreta de metal contra la puerta para que esta se mantuviera cerrada, detrás de la cual se escuchaban golpes y gruñidos, el grupo de infectados nos había alcanzado y estaba tratando de matarnos, el recién nacido comenzó a llorar ante tal situación, me dirigí hacia las escaleras lo más rápido que pude con una pierna herida, descendí lentamente el primer nivel de los cuatro, tal vez haber venido no habia sido mi mejor idea, pero no era posible hacer mucho en este momento, inicie el descenso del segundo nivel cuando la puerta de emergencia cedió, por ella salieron volando algunos infectados que vi pasar y estrellarse en la planta baja, luego escuché unos pasos sobre el nivel superior de las escaleras de emergencia, los runners salieron por el pasillo y a bajar por las escaleras. Olvidando por un momento la seguridad, baje algunos escalones con apoyo de mi pierna sana y luego saltar de nivel a nivel, dándome unos segundos de ventaja, sentí como si mi pierna se fuera a romper en dos, mi pantalón se empapo de sangre y dolor se volvia insoportable…
Hasta el segundo nivel pensé que los Runners se habrían quedado mordiendo el polvo, grande fue mi sorpresa al notar que ellos estaban imitando mis movimientos, saltando de los niveles para atraparme, continúe bajando y llegue hasta la planta baja, no podía más la pierna me dolía demasiado y mi vista se volvía borrosa, me recargue en la pared al no ver a los demás, alce la mirada y vi como se acercaban los runners, había podido sobrevivir un día más, había escapado del estacionamiento de la tienda departamental para morir fuera de un hospital, revise los clips que me quedaban, solo tenía un par de municiones, suficiente para dar fin a mi vida, cerré mis ojos dándome por vencido, mi cuerpo se sentía pesado y este no respondía, el bebé seguía llorando, me moví torpemente para tratar de depositar al bebé en un cesto de basura el cual cubriría y al menos así salvaría su vida, detrás de mi podía escuchar como los infectados se reunían a mi alrededor, detrás de la puerta se escuchaba el motor de la camioneta esta vez no habría un equipo táctico que saliera de la nada para salvarnos, me quite la toalla y le deposité dentro del bote, que estaba vacío, me giré y puse el rifle en mi barbilla listo para dispararme en la cabeza y quitarme la vida en caso de ser mordido.

Estaba a punto de jalar el gatillo cuando la puerta se abrió nuevamente, salió por la puerta Annette disparando a los engendros con su escopeta y Wolf lanzando sus cuchillos, los runners cayeron, me deje caer, el bebe comenzó a llorar y perdí el conocimiento.

Una hora después desperté exaltado en la parte trasera de la camioneta, mi pierna aun dolía pero podía moverla nuevamente, me incorporé para percatarme que estaba en la segunda camioneta, mire por la ventana, la noche había caído ya, Oz volteo a verme y dijo –se te está haciendo costumbre volverte una damisela en peligro… ¿no nats?- me limite a mirar por la ventana, para percatarme de que algunas partes de la ciudad se encontraban en llamas.

Tras media hora dije –¿A dónde nos dirigimos?–, Antonio respondió –viajamos rumbo al campamento en el Ajusco… dicen tener una cura para la infección, comida, agua y muchos soldados cuidando el lugar… no hay mejor lugar que ese…- ambas camionetas avanzaron lentamente por la ciudad hasta arribar a la carretera Picacho –Ajusco, para ese momento pasaban de las doce de la noche y decidí dormitar.

Día 5 Separated ways Parte 2 de 3

La historia de Sonya

Hace 18 horas

Tenía pocos minutos de que me había despedido de mi hijo, sabía que él tenía mayor oportunidad de sobrevivir si se iba solo, que si yo le acompañaba, salí del laboratorio y caminé por el techo del laboratorio y mire como escapaba del lugar sin llamar la atención a pesar del llamativo traje de emergencia que traía puesto, permanecí allí hasta que perdí a la distancia su silueta, volví al laboratorio y siguiendo las indicaciones dadas por el secretario, pusimos una gota de sangre de los infectados y los reanimados para investigar sus características.
Después de ocho horas de trabajo, de lo único que estábamos seguros es que era un virus, jamás tipificado, no se trataba de un paracito, sin embargo, como era posible que un virus pueda reanimar a un cuerpo muerto, había aun muchas incógnitas… a las veinte horas, comenzaba a oscurecer y los generadores de emergencia no durarían más allá de 12 horas, me asomé aprovechando los últimos rayos de luz del día, revisé si entre esas cosas que se encontraban reunidas afuera del instituto no se encontraba mi hijo, no veía ningún traje contra incendio, tome un cigarro de mi bata y lo llevé a mis labios, estaba por prenderlo, cuando de pronto sonó el teléfono del laboratorio.
Regrese hacia el Laboratorio BSL 2 (Biological Security Level 2), tomé el teléfono y contesté, era la secretaria del director general, nos estaban llamando a junta urgente, guarde de nuevo el cigarro y salí al pasillo, baje un nivel para caminar a la Dirección General, cuando llegue, el H. Comité se encontraba reunido, durante esta reunión se abordó la necesidad de trasladar al personal al nuevo instituto, lo cual sería más seguro, ya que se contaba con instalaciones de nivel 3 y 4, para ello se requeriría la extracción mediante helicóptero, esta evacuación se realizaría a las cero horas, por ello era necesario reunirse media hora antes, pocos segundos después, la sesión se cerró, miré el reloj, marcaba pasadas las nueve de la noche, caminé de regreso al laboratorio, tomé una hoja y redacté un mensaje para mi hijo, lo envolví en un sobre y un bolsa, la dejé sobré el escritorio, el tiempo había volado rápidamente, traté de llamar a mi hijo por teléfono pero estos habían dejado de funcionar, para las once horas con diez minutos, el helicóptero arribó al instituto, salí del laboratorio sin ponerle cerradura, deje las llaves pegadas en la puerta y caminé hacia el helipuerto, al llegar, miré hacia la puerta, de acceso, uno de los focos de la entrada permitía ver como esas cosas habían estado golpeando con fuerza todo el día y casi estaba por vencerse.
Miraba estupefacta la escena, de pronto sentí una mano que me agarraba, volteé asustada, aunque me relajé al descubrir que era uno de los miembros de la brigada de protección civil que me invitaba a abordar el helicóptero, ya que yo era la última en subir, abordamos la nave y esté se elevo, yo aun miraba por la ventana del helicóptero y vi cuando las cosas vencían finalmente la puerta e ingresaban a toda velocidad al lugar, por suerte, ya estaba completamente vacío.

La historia de Yö
24 horas antes del cerco sanitario

Habían pasado los meses desde que había decidido con mi pareja tener un hijo, nos sentíamos a pesar de nuestras jóvenes edades listos para engendrar a un descendiente de nuestras familias, tras nueve meses de espera sucedió el acontecimiento. Las contracciones habían comenzado hace pocas horas, mi madre me llevo de emergencia al hospital, todo estaba tranquilo, los doctores habían programado el parto para una hora de trabajo, sin embargo el pequeño se reusaba a salir, retrasándose durante ocho horas, tras el parto me llevaron a la sala de recuperación y de allí a mi cuarto, debíamos permanecer en el hospital mi bebé y yo durante 48 horas, estaba preocupada, tenía tantas ganas de tenerlo entre mis brazos y por una razón u otra no me lo permitían.
Pasadas las primeras 4 horas me lo trajeron para que pudiera alimentarlo, posteriormente se repitió esta rutina durante las siguientes 16 horas, durante ese lapso pude escuchar cómo llegaron muchas ambulancias, con gente herida, le pregunte a la enfermera –¿Que ocurre afuera? – la enfermera se limito a negar, traerme a mi bebé, y cerrarme la puerta, parecía que ya podría cuidarlo por mí misma. Esa noche pude escuchar como las ambulancias iban y venían, -debió ser un accidente en la carretera- me dije, no le tome gran importancia y me fui a dormir con mi bebé a un lado.
Cuando desperté el bebé se había puesto a beber de mi pecho mientras dormía, limpie mis ojos y me puse los lentes, la habitación se encontraba totalmente a oscuras, las maquinas de monitoreo se encontraban apagadas y el brillo de la mañana entraba por la venta, deje a mi bebé rodeado por las almohadas y me asomé por la ventana, era martes, sin embargo, las calles estaban vacías, tomé mi celular y vi la hora eran las diez de la mañana, volví a asomarme por la ventana, pero seguía igual de vacías las calles, caminé hacia la puerta y para mi sorpresa había una camilla obstruyendo la habitación, me asomé por en cima de la camilla para ver que ocurría, los pasillos se encontraban prácticamente desiertos. Las paredes, techos y pisos se encontraban ensangrentados y con marcas de objetos que habían impactado contra ellos.
No moví la camilla y me metí al cuarto y traté de llamar a la casa, al celular de mi madre, mi abuelo y de mis tíos Sara y Francisco, pero tras cada intento recibía la respuesta de la grabadora de mi servicio que decía –Por el momento todas las líneas están ocupadas, le sugerimos llamar más tarde-, volví a intentar llamar por el teléfono, por fin entraba la llamada al celular de mi madre, este comenzó a sonar en el baño del cuarto, me acerqué y grité -¿Mamá? -, no recibí respuesta alguna, por lo que pensé que había olvidado el celular, acomode al bebé sobre la cama, me puse unas pantuflas que estaban junto a la cama y salí del cuarto, me apoye en la camilla para saltarla y no quitarla como barrera del cuarto, al estar del otro lado, la jalé y cerré de nuevo.
El piso se encontraba hecho una porquería caminé por los pasillos buscando a los enfermeros y/a los doctores, conforme avance por el pasillo, las marcas de pelea se volvieron más evidentes, apareciendo uno que otro impacto de bala en las paredes, delante de mí había muchos restos de lo que otrora habían sido los enfermeros, di unos pasos hacia atrás impactada por la asquerosa escena, a la vuelta de la esquina pude ver entre la penumbra del pasillo trasero como una figura humanoide que se movía con dificultad, cuando se acercó, pude ver entre las penumbras que se trataba de mi madre bañada en sangre, tenia una mordida en el cuello y trataba de hablarme, corrí hacia ella y la recosté en el suelo, no podía creerlo, trate de cubrir la herida con la bata que traía puesta, pero la sangre no se tenía, ella se comenzó a convulsionar, tratando de levantarse, y de pronto mi madre había muerto, cerré los ojos de mi madre y me apoye en ella para llorar su muerte, no paso mucho tiempo cuando comencé a escuchar movimiento en el piso, gire mi rostro y vi como aquellos que estaban muertos hacia unos minutos, se estaban incorporando poco a poco, caminaron lenta y torpemente hacia donde me encontraba, me incorpore retrocedí por el pasillo, cuando volví a mi cuarto, se encontraba un segundo grupo que se dirigía a mi puerta, corrí tan rápido como pude y salte la camilla, esto se me dificultó un poco por los sucesos del día anterior.
Cerré la puerta y la atranque usando el equipo de la habitación, abrí la llave del agua y me metí a bañarme, para quitarme la sangre de mi madre que estaba sobre mi cuerpo.
Fuera de la habitación se escuchaban los torpes golpes de esas cosas contra la parte superior de la puerta del cuarto, contrastado con los llantos de mi bebé, salí de la ducha y me vestí con lo primero que logré encontrar, envolví a mi hijo entre sus cobijitas para tranquilizarlo.
Traté nuevamente de llamar a casi todos los números de mi celular y no paso nada, todos estaban muertos o desconectados, accidentalmente toque el número de Natsu y este comenzó a llamar mientras yo pensaba en que hacer, al otro lado de la línea escuché la voz de Wolf -¿Hola? ¿Yö? ¿Estas ahí? ¿Yö?-…

Mientras tanto…

Nos dirigíamos rumbo a la agencia de camionetas de Whommer, ubicada en la colonia Verónica Anzures, Wolf manejaba a toda velocidad por el circuito interior, los pocos carros que quedaban en la calle estaban o chocados, salvo algunas maniobras que tuvo que hacer con mi coche para esquivar los obstáculos, no manejaba tan mal, le di la indicación de donde detenerse, nos estacionamos a unos diez metros, mis amigos salieron del automóvil, tomaron los cuchillos, el machete y la llave de tuercas, para dirigirse a la agencia de coches, el lugar se encontraba desierto, completamente tranquilo, del lado derecho había una puerta de salida de automóviles nuevos, lanzaron la llave de tuercas contra el cristal, se cuarteo para luego precipitarse contra el piso rompiéndolo en mil pedazos.
Ingresaron rápidamente, fueron directamente hacia las oficinas del gerente para buscar las llaves del inmueble, Annette localizó rápidamente las llaves del portón y corrió a abrirlo, Antonio y Wolf tomaron un juego de llaves que decían Whommer corrieron hacia el estacionamiento y comenzaron a buscar entre las 25 que se encontraban, en ese momento.
Wolf toco la alarma de su juego de llaves, respondió una camioneta en color negro, con vidrios polarizados, llantas anchas y un tumba burros, por su parte Antonio toco sus llaves y se encendieron los faros de una camioneta amarilla, la cual aparentaba desde su punto de vista más pequeña, camino hacia ella y pudo observar que el efecto lo producía un desnivel, se trataba de una “Monstruo”.
Annette abrió la mitad el portón, para luego hacerme una seña, me cambie de lugar y encendí el automóvil, me acerqué con dificultad con la sobremarcha y me estacioné en reversa bloqueando la puerta, abrí la cajuela para pasar el armamento, Wolf acerco la camioneta en reversa, Annette salió a la calle a vigilar con su escopeta, mientras que Oz con ayuda de Antonio comenzaron a descargar con ayuda de Oz la pesada cajuela, yo me mantenía atento a la calle, como no veía runners en la zona, así que me relaje, la pierna me dolía mucho.
Pasaban de las diez de la mañana, cuando terminaron la descarga del equipo, arranqué nuevamente mi automóvil y lo estacioné afuera de la agencia, Annette terminó de abrir ambas puertas de la agencia, primero salió Wolf en su nueva camioneta, para mi sorpresa había conseguido un sombrero tejano y unos lentes oscuros, reí ante la situación. Detrás de él salió una enorme camioneta monstruo en la que estaban sentados Wolf y Oz como copiloto, no podía creerlo, una vez que salieron del estacionamiento y antes de que Annette cerrara el estacionamiento, estacioné mí automóvil dentro, no deseaba que fuera destruido, me bajé con ayuda de la muleta, Annette subió a la camioneta monstruo y yo fui hacia la Whommer manejada por Wolf, cuando subí a esta mi acompañante hablaba por mi teléfono, cerré la puerta.
Había tardado más tiempo en subirme y acomodar mi cinturón de seguridad que en lo que Wolf arrancó y manejó en dirección de la avenida Zaragoza, me agarré con fuerza y miré por el retrovisor, detrás de nosotros venía la enorme camioneta monstruo, en otra circunstancia me hubiera causado un terror ver eso acercándoseme, pero dadas las circunstancias, me aferre al asiento lo más fuerte que pude mientras Wolf seguía su curso. – ¿A dónde vamos Wolf? – le pregunté, -a salvar a Yö- dijo para luego acelerar.

Día 5 Separated Ways

Caminos separados

Parte Uno, la mañana siguiente

A la mañana siguiente todo el cuerpo me dolía, trate de moverme pero el dolor era inmenso, tras unos minutos, finalmente me logré sentar había una muleta al lado de mi cama, la tomé y la empleé para caminar hacia fuera del cuarto, caminé rumbo a la sala y al llegar vi a todos sentados revisando el armamento, les sonreí y les pregunte – ¿ya escogieron donde quieren ir a entrenar? – Annette se levanto y me ayudo a llegar al sillón que quedaba vacio, Antonio respondió –No deberías de estar de píe, anoche pensamos que te perderíamos, es necesario que descanses y lo sabes- negué con la cabeza y le respondí –mi madre se encuentra atrapada en el instituto y a menos de que hagamos algo será imposible rescatarla, no tiene comida, tendremos un par de días para recatarla… ustedes no saben el terror de estar allá afuera y a menos de que queramos morir necesitó que ustedes sepan disparar armamento de fuego en el menor tiempo posible–.

Mis amigos se miraron y me respondieron – ¡está bien! –, sonreí y comenzamos a planear a donde iríamos, algo era seguro, el número de sobrevivientes a este incidente estaba disminuyendo y no estaba seguro de que las personas que me importan estuvieran sanos y salvos, busque mi celular y al no encontrarlo pregunté por él, Wolf respondió que cuando me encontraron ya no lo traía que era muy probable que lo hubiera tirado en el coche, suspiré y me relajé sobre el sofá, cerré los ojos –será mejor que nos vayamos, porque entre más tiempo pase, será más difícil entrenar y si ya no hay luces en la noche será más difícil regresar-.

Antonio me miro y dijo –comprendemos tu urgencia pero tu automóvil no será suficiente para trasladarnos a nosotros y al armamento, además, si esas cosas se han multiplicado como parece serlo necesitaremos otras unidades, que sean más resistentes y permitan salir y entrar de lugares sin ponernos en riesgo- asentí ante el comentario, -entonces vayamos a buscar lo que nos hace falta- dije y me levante con dificultad para luego dirigirme a la puerta.

Sin embargo, en mi mente seguía pensando, ¿Qué había pasado con esas chicas del centro comercial?, sus caras se me hacían conocidas, pero no sabía porque, también me preguntaba como estaría Ivonne, Paola y mi madre… negué con la cabeza y Salimos a la calle a conseguir lo necesario.

Parte dos Las sobrevivientes del aeropuerto

La historia de Ale…

Hace dos días

Me encontraba en un viaje sin escalas que había salido hace 10 horas de España y estábamos retrasados por culpa de la niebla, como se trataba de un viaje sin escalas, me dirigía a visitar a unos amigos, uno de ellos estaba próximo a casarse y le llevaría un obsequio, otro de ellos vivía por el centro de la ciudad de México y mi llegada sería una sorpresa, tras una hora de sobrevolar la Ciudad de México, el banco de niebla se había despejado y al fin el avión pudo aterrizar, el capitán dio algunas especificaciones, breves datos culturales, finalmente corto la comunicación diciendo -“Viva México”-, era una muy peculiar forma de darnos la bienvenida al extraño país, me limité a enderezar mi asiento y abrocharme el cinturón.

El avión descendió y se acerco a la terminal principal del aeropuerto Internacional, baje del avión y esperé mi equipaje, los demás pasajeros tomaron sus respectivas maletas, esperé durante mucho tiempo hasta que vi que era la última, caminé hacia el encargado de la aerolínea y le comente la situación, el encargado entro hacia el área de maletas y volvió a salir a donde estaba yo, me pidió una disculpa y me dijo que al parecer todo mi equipaje excepto por un pequeño paquete había sido enviado a Singapur, me entrego el paquete y me dijo que ya se ha solicitado el envío a México, pero que tardaría un par de días en llegar, mientras eso sucedía, la aerolínea me pagaría los gastos de hospedaje y vestimenta, parecía un buen trato, me dieron una cantidad razonable de dinero para mis gastos de ropa para dos días, tome mi paquete y decidí que sería oportunidad para salir de compras, conocer la ciudad y ver a mi amigo Natsu.

Salí de las oficinas de Iberia y me dirigí hacia los ascensores, lo llame y me recargue en la pared mientras esperaba la llegada de este, suspiré porque parecía que a pesar de que este era mi primer viaje al extranjero, no estaba saliendo del todo bien, revise mi reloj de pulsera y vi el horario de mi ciudad, me dispuse a actualizarlo, eran aproximadamente las 16:30 horas, ingrese al ascensor y ahí fue cuando ocurrió todo, el aeropuerto se sacudió como si algo lo hubiera impactado, el ascensor se detuvo y las luces se apagaron, presioné el botón de emergencia, pero nadie respondió, luego vinieron diversos impactos y el ascensor se desplomo a toda velocidad, pensé que sería mi fin, sin embargo, este se detuvo entre la planta baja y el primer piso, desde pequeña he odiado los ascensores, pero me senté y decidí que no me quedaba nada más que hacer que esperar por ayuda…

La historia de Arelí

Hace dos días

Hacía más de diez años que conocía a Natsu y desde los primeros días siempre me invitó a su casa, tras años de trabajo y esfuerzos, por fin había ahorrado lo suficiente para viajar a la ciudad de México para participar en un evento de comics que se había estando promocionando mucho en mi ciudad, así que decidí aprovechar la ocasión.

El vuelo salió a las 14:00 horas de Saltillo y se tenía estimado que llegara a las 15:30 horas, era excitante, era la primera vez que viajaba en avión, a pesar de solo ir a una ciudad considerablemente cercana, me encantaba el servicio y la velocidad, saque de mi bolsa de mano un libro titulada “Wicked, Crónicas de una bruja malvada” el cual había comprado en la tienda del aeropuerto, prometía ser una buena obra literaria, al cabo de una hora revise mi reloj marcaba las 16:30 horas, el capitán llevaba mucho tiempo sin hablar, supuse que debía ser un regla por neblina, de y sentí como el avión comenzó a descender a gran velocidad, esto a comparación de la ultima hora de vuelo, las luces se apagaron y se encendieron los indicadores de enderezar los asientos y abrocharse los cinturones, hice lo que se indicaba y me aferre al asiento y espere lo peor, afortunadamente la salida de emergencia se encontraba cerca y de ser necesario escaparía por allí.

Del techo cayeron las mascaras de oxigeno, la coloque en mi rostro y luego puse mis manos frente a mí, aprovechando el respaldo del asiento de enfrente, coloque mis pies en una posición cómoda que evitara las lesiones, mire por la ventana y vi como la turbosina del avión caía y se evaporaba rápidamente, me aferre con fuerza y trate de mantener la calma, diez segundos después, escuche el estruendo provocado por el avión golpeando el edificio principal del aeropuerto internacional de la ciudad de México. Las precauciones que había tomado me habían salvado la vida, me incorpore con un poco de dificultad, camine hacia la salida de emergencia y conforme avanzaba, vi con horror que los demás pasajeros habían perecido en el impacto, o se encontraban atravesados por los fierros retorcidos del avión, mi cuello me dolía mucho, llegue a la puerta y trate de abrirla, era extraño, no escuchaba el sonido de las ambulancias y los demás servicios, finalmente logré abrir la puerta y bajé de un salto del avión; mire a mi alrededor y vi una figura que se acercaba a mí a gran velocidad, pensé que sería un paramédico, me incorporé y caminé hacia la persona que venía, luego conforme la niebla se disipava vi que el número de personas que corría hacia mí.

Conforme los vi acercarse supe que algo estaba mal, sus rostros estaban ensangrentados y se veían muy agresivos, me giré y corrí rumbo al aeropuerto, ingrese esperando encontrar ayuda, en cambio, vi a cientos de personas corriendo despavoridos por los agresores, corrí hacia la salida, sin embargo, ahí había un grupo de esas personas agresivas, mire hacia la izquierda, el avión había bloqueado la ruta de escape, gire a la derecha y corrí hacia las otras salas, miré en un espejo conforme corría, un grupo más numeroso de perseguidores se había juntado tras de mí, gire a la izquierda y subí por una escalera estrecha, para llegar al primer piso y ver que estos estaban teniendo problemas para subir por la escalera, seguí corriendo, hasta que llegue al final del pasillo del segundo piso, volteé nuevamente a mirar y uno de mis perseguidores casi me había alcanzado, como me encontraba en la barandilla del final del pasillo, me agache, mi perseguidor, continuo su carrera y no pudo frenar a tiempo. El agresor salió volando por la barandilla y cayó un piso, golpeándose directamente contra el suelo, alcé mi rostro y vi unos peldaños de una escalera que conducía a los ductos de ventilación, subí por ella, dejando atrás a mis seguidores.

Al llegar al tope de la escalerilla, quite la tapa del ducto, la deje caer y me introduje por este. Me arrastre por el conducto, era un poco difícil e incomodo. Tras unos minutos llegue a lo que precia ser un gran cubo de luz, mire hacia arriba, no puede ver nada más que un cable de acero que colgaba de una polea, mire hacia abajo y vi un ascensor atrapado entre dos pisos, baje cuidadosamente, me hinque en el ascensor y busque con la vista el siguiente ducto de ventilación, cuando escuche una voz…

Parte 3 la sobreviviente fuera de la ciudad de México

La historia de Ivonne

48 horas antes del cerco epidemiológico

Después de que Natsu me dejó en casa, mi familia y yo subimos por las escaleras, a pesar de ser mayor de edad mi madre tiene la tendencia a tratarme como una chiquilla, me senté a escuchar el sermón explicándome porque no debo dormir en otras casas que no sean la mía, que si corría riesgo de ser violada y otras cosas que les llevaron más de una hora decirme su preocupación. Nunca han visto que ya soy una mujer y que se con quien hago que y como, no soy una chiquilla que se anda exponiendo al peligro, aunque la noche anterior casi me costó la vida.

Decidí no contarles nada al respecto y solo callar, escuché durante una hora sus quejas hasta que me canse, me incorporé para irme a mi cuartó, mi madre vino a retarme pero simplemente la ignoré y permanecí en el cuarto, no supe cuanto tiempo pasó desde entonces pero me quede dormida y cuando desperté ya eran las 6 de la mañana del día siguiente, como cada mañana me incorporé y me metí a tomar una ducha, me senté mientras el agua caía por mi cuerpo desnudo.

Salí de la ducha envuelta en toallas, me mire al espejo y comencé el ritual de todas las mañanas, ponerme crema en el cuerpo, vestirme, maquillarme, para luego desayunar, cesto se había transformado en un ritual matutino al pasar de los meses, encendí el televisor en el noticiero matutino de IMEVISIÓN, buscando información sobre los disturbios del sábado, sin embargo la única noticia que cubrían era un supuesto atentado terrorista en el aeropuerto que se había perpetuado el día anterior por un grupo extremista que graciosamente se hacía llamar Rapunzel, reí ante tal nombre, – ¿a caso los nombres extremistas ya se les han terminado? – pensé que era una tontería, apague el televisor y me salí rumbo a la oficina.

Camine a la calzada de Tlalpán para tomar el metro hacia Tasqueña, al llegar allá, tome un segundo transporte que me llevaría en pocos minutos al pueblo de Tlahuac, cerré los ojos y me relajé sabiendo que esa era la última parada del colectivo, el resto del día pasó como cualquier otro, algunas cotizaciones, solicitudes de consumibles, todo lo normal. A las 14:30 horas decidí llamar a Natsu para saber cómo le había ido el día anterior y preguntarle que sabia del nuevo grupo “terrorista”, sin embargo no me contesto, volví a intentarlo un par de veces más pero al no conseguir respuesta, colgué y no volví a tocar el teléfono.

Al fin dieron las seis de la tarde y mis jefes aun no regresaban a la oficina, cerré el negocio y caminé hacia la parada de autobuses, era extraño, ninguno estaba pasando, las calles se veían desiertas, tras una hora decidí regresar a la oficina para pedir un aventón de regreso a casa, al llegar, la puerta se encontraba aun cerrada y no parecía que los jefes hubieran llegado, me metí y encendí el televisor, esta vez puse el noticiero de las siete de la noche en el canal de la otra compañía, la transmisión seguía cubriendo el supuesto atentado contra el aeropuerto, a mi parecer sonaba más a una excusa para justificar la guerra contra el narcotráfico, que un verdadero atentado, asimismo reportaban pequeños disturbios en el centro histórico y las inmediaciones de este… las noticias me estaban arrullando, me acomodé en el sillón y poco a poco me quede dormida.

Cuando desperté la televisión seguía encendida, el reloj marcaba las 10 de la noche, mis jefes nunca llegaron, tendría que dormir esta noche en la oficina, -que horror…- dije para mí misma, el televisor transmitía en cadena nacional un mensaje del actual presidente, en el cual anunciaba la cancelación de las elecciones en el país, debido a los actos terroristas y la epidemia desatada en el Distrito Federal, por lo que se ha levantado un cerco sanitario alrededor de la ciudad, impidiendo la salida o acceso a esta, me quedé fría al escuchar la noticia, tome mi celular para llamar a Natsu, pero el celular no funcionó, tomé el teléfono de la oficina pero la línea estaba muerta… tendría que llegar a casa por mis propios medios.

Parte 4

Hace 46 horas

Las sobrevivientes del aeropuerto parte II

Me encontraba desesperada, ya tenía más de una hora atrapada en ese maldito ascensor, afuera podía escuchar gritos, golpes y mobiliario siendo destrozado, quería irme a casa, odiaba estar encerrada y escuchar esos extraños ruidos de afuera del ascensor, abrase mis piernas para luego escuchar un sonido poco peculiar, parecía como si alguien hubiera aterrizado en el techo, grite -¡hola! ¿Hay alguien allá arriba?- golpeé la puerta para llamar la atención, cuando la voz de una joven se escuchó a través del cubo del ascensor… -¿hola? ¿Hay alguien allí abajo?- la joven abrió la salida de emergencia, pude ver la luz que entraba por el techo y le grité –ayúdame a salir de aquí por favor-, la joven me extendió su mano y la tomé, me apoye en ella para salir del ascensor y le agradecí –te debo una, pensé que me quedaría encerrada- la joven me respondió –a menos de que quieras quedarte aquí, será mejor que te muevas, ella comenzó a subir por una escalinata y se metió por un conducto de ventilación, la seguí con cautela a la desconocida.

-¿Qué haces aquí?- le cuestione, me respondió –salvándote de ese ascensor y de los agresores- la seguí de cerca y replique -¿agresores?- me conto su historia, sobre el accidente que había tenido su vuelo y como se había salvado, su historia parecía sacada de un tomo de “Rippley”, decidí guardar mi distancia, por si se ponía violenta, pasamos poco a poco por los conductos, me señaló una de las rendijas y mire por ella, observé el gran disturbio que ocurría bajo nosotras… ¿acaso esto era una pesadilla causada por el encierro?

Había decidido ayudar a la persona atrapada por el ascensor, prefería ayudar a alguien que dejarla como comida para los zombis, la joven preguntaba muchas cosas, las cuales le respondí a pesar de poder sonar a una loca, conforme le narré los sucesos y escuchar su tono de voz, sabía que no me creía en absoluto, le señalé una de las rendijas donde se podía apreciar el disturbio – si no me crees, mira- sin embargo, vimos desde ella como un grupo de personas armadas que se dirigían hacia el interior del aeropuerto, escuchamos disparos y preferimos continuar nuestro camino.

Conforme avanzamos por el ducto de aire, la chica que ahora me acompañaba se volvía más quejumbrosa y su acento español la hacían sonar un poco pesada nos seguimos arrastrando hasta que llegamos a donde terminaba el ducto, lo único que quedaba por hacer era remover la última ventila y esperar que no hubiera nada malo fuera, me asomé y pude ver nuevamente el cielo, revisé la estructura y vi una escalinata que corría desde el techo hasta el suelo, decidimos descender, al llegar al suelo, corrimos hacia la puerta, era nuestra salida a la libertad, al abrir la puerta una alarma se disparo, pasó junto a nosotras un nutrido grupo de esas cosas, atraídas por la alarma, tome la mano de mi compañera  y la jalé hacia un coche que estaba estacionado, rompí el cristal, su alarma comenzó a sonar, ingrese a la unidad, abrí la puerta del copiloto para que mi acompañante pudiera ingresar, luego y busqué las llaves, no estaban allí, un grupo de agresores rodeo el automóvil.

Mi acompañante se metió al automóvil y comenzó a gritarme, ¡Vámonos de aquí!, desistí de encenderlo con las llaves, intenté una maniobra que había visto en un video en la red, con todas mis fuerzas arranque los cables del switch, los uní, el motor del coche rugió y la alarma ceso, retome mi posición de piloto y cuando estábamos por arrancar unas manos entraron por la ventanilla rota, puse la reversa para intentar quitarme de encima a los agresores, unos rodaron al quedarse sin el apoyo del automóvil y otros fueron aplastados por la parte trasera, no obstante, el que trataba de ingresar seguía agarrado con fuerza a la unidad, cambie la velocidad e inicie mi avance hacia una vía principal, el agresor trato de meter su cuerpo en el automóvil.

Pensé que este seria nuestro fin, cuando de pronto pasó un automóvil rojo a toda velocidad, con cinco pasajeros, este golpeo al agresor haciendo que callera al suelo, aceleré para seguirlo y al dar vuelta en U, se produjo súbitamente el derrumbe de una de las estructuras del aeropuerto, algunos escombros impactaron contra el automóvil, aceleré para no perderlo, durante veinte minutos lo seguí hasta una distancia prudente, salimos de la vía principal e ingresamos en una colonia llamada Santa María la ribera siguiendo el automóvil, sin embargo este se nos perdió, decidimos desistir y buscamos un hotel para pasar la noche, estacione el coche y cada una se fue a dormir en un cuarto distinto… era extraño, habíamos sobrevivido una situación muy extraña, ni siquiera sabía su nombre y habíamos salido de un apuro mayor, me fui a recostar y dormí hasta la mañana siguiente.

Habíamos escapado de un suceso demasiado extraño, parecía un atentado terrorista de uno de los grupos Vascos, me pregunte si tendría alguna relación, encendí el televisor y zappeé los canales para buscar noticias, la cadena TESMX confirmaba mi sospecha, escuche un rato los últimos reportes, me di una ducha y después me fui a dormir. Al día siguiente me levante un poco tarde, pasaba del medio día y aun no podía superar el Jet Lag, me incorpore y con mucho cansancio salí a buscar a mi nueva acompañante, toque su cuarto y me presenté, ella se estaba terminando de vestir, la esperé un rato y le comenté de mi situación, me sorprendió descubrir que ella también se había quedado sin equipaje.

Acordamos ir a comprar un poco de ropa, cruzamos la avenida y entramos a una tienda de autoservicio, no se veía muy grande pero nos sirvió para conseguir un poco de ropa interior y algunos artículos de primera necesidad. Pasaban de las 14:00 horas, estábamos buscando crema y shampoo, cuando nos dimos cuenta que la tienda prácticamente se había vaciado, caminamos rumbo a las cajas, se encontraban desiertas, revisamos toda la tienda y al parecer no había nadie, corrimos hacia las escaleras encapsuladas de emergencia y por fortuna se habían quedado abiertas, subimos medio nivel y nos asomamos para ver que ocurría.

Había ido a revisar las puertas de entrada, estaban cerradas por dentro, seguramente habría una llave en el puesto de vigilancia, caminé hacia allá cuando Ale me jalo hacia las escaleras encapsuladas, probablemente haya una salida por ahí. Al llegar a las escaleras, estas solo conducían al segundo y tercer nivel del edificio, subimos hasta el primer descanso y pudimos ver con terror como un joven vestido con un traje de bombero era atacado por un grupo de esos agresores, me sentía inútil al solo poder mirar como ese joven estaba siendo agredido y posiblemente masacrado por esas cosas, retrocedí, baje las escaleras y preferí no ver mas… de pronto se escucharon una serie de disparos, se desató una batalla entre los agresores y un grupo de policías.

El joven trataba de luchar por su vida, nosotras nos encontrábamos encerradas y sin poder hacer nada al respecto, baje corriendo y comencé a buscar en la tienda alcohol y otras cosas, podríamos crear algunas bombas molotov y ayudar al joven. De varios de los departamentos, tomé botellas, alcohol y algunos trapos que funcionarían como mechas, asimismo, un paquete de fósforos, corrí de regreso a donde se encontraba Areli, se encontraba en shock, la agite y prácticamente le tuve que dar un bofetón para que volviera en si. Preparamos unas cuantas bombas molotov para tratar de ayudar al joven, volvimos a subir al último nivel, nos asomamos y vimos que el ya no se encontraba ahí, en cambio vimos a los agresores atacando un grupo de policía, lanzamos unas cuantas bombas, las cuales reventaron al impactar, parte del grupo se comenzó a incendiar, pero parecía no importarles. Después se levantaron y corrieron nuevamente por la calle, un pequeño grupo se colocó en la puerta delantera y comenzaron a golpearla, otro se fue por la calle aledaña a perseguir a su anterior presa, los agentes que aparentemente habían sido asesinados se levantaron como si nada, pero algo era distinto, esta vez se movían lentos, sus cuerpos sangraban y no presentaban dolor.

Corrimos por el techo, hacia el otro lado de la calle, el joven había escapado, nosotras estábamos atrapadas, aunque contábamos con comida y agua para sobrevivir por días. Sobe mi mejilla y baje por las escaleras, Ale me preguntó -¿qué haremos?, a lo que respondí, -Tratar de escapar de aquí-, el resto del día nos lo pasamos revisando la tienda, tratando de encontrar  las llaves para abrir las puertas.

Día 4 Cuarentena Parte Final

Dicen que cuando estas a punto de morir, tu vida pasa en fracciones de segundo frente a tus ojos, sin embargo este no era el caso… me encontraba rodeado por 3 grupos de runners y caminantes que poco a poco se iban juntando frente a mi, gire mi cabeza y vi que la puerta efectivamente estaba cerrada, no había otra opción era pelear o morir en el intento y en ese momento la muerte no era una opción, tome el hacha con mis manos  y esperé que se acercaran.

Tres runners se abalanzaron sobre mí, los recibí con un golpe con el palo del hacha, esto pareció aturdirles momentáneamente, justo el tiempo necesario para aprovechar el peso extra que me proporcionaba el traje de emergencia y empujarlos contra los demás seres que comenzaban a atacar, esto produjo una especie de reacción tipo fichas de domino que provoco que algunos de ellos cayeran por el suelo y fueran aplastados por los pasos de otros, a pesar de ello, se levantaron gimieron y se abalanzaron nuevamente contra mi, uno de ellos me tomo por el casco y trató de morderme, sin embargo gracias a su gran resistencia, no paso de una simple mordida al casco, poco a poco se volvió mas difícil moverme, a pesar de que trataba de quitármelos de en sima con rápidos golpes con el filo del hacha parecía no importarles, gire mi rostro en el pánico y vi que desde la escalera de emergencia encapsulada había 2 chicas mirándome pero se encontraban atónitas.

Pensé –¿Este será mi fin?, en medio de la calle y sin que nadie me pueda ayudar…- continúe forcejeando con los engendros quienes trataban de arrancar la ropa reforzada contra incendios, de una patada logre quitarme uno, otro aproveche y me deje caer, para luego proyectarlo contra la cortina de acero, esta cayó y se rompió el cuello, gire de rodada y quede de pie, la ropa aun estaba intacta, aunque un poco desgastada por la pelea, trate de golpearlos nuevamente con el hacha, la cual se estaba desgastando rápidamente, los hachazos cortaban miembros cortaban cuellos y sin embargo estos se continuaban moviendo, -¿a caso son inmortales?- dije para mí mismo, uno de los runners aprovecho un momento de descuido para despojarme del arma, estaba indefenso contra una horda de por lo menos cien engendros… esta vez sería el fin, ya no me quedaba nada para defenderme, mire rápidamente hacia arriba, para mirar a las chicas y gritarles ¡ayúdenme!, pero no sucedió nada, se quedaron mirando  perplejas.

Estaba seguro, esta vez era mi fin… y sin embargo, cuando el runner levanto el hacha y estaba a punto de asestar un golpe con ella en el casco protector al fondo escuche como llegaba un autobús, pensé nuevamente – ¿y ahora qué?-, trate de empujar a los runners nuevamente con mi peso, sin embargo los jaloneos y tiros a la ropa de seguridad reforzada me lo impidieron –cerré los ojos esperando lo peor, me tenían atrapado, cuando de pronto comencé a escuchar disparos, los runners voltearon y comenzaron a correr hacia el grupo de asalto que había descendido del autobús, mis perseguidores perdieron el interés en mí y corrieron contra el grupo de asalto, los pocos que quedaban a mi alrededor fue fácil de evadir mediante golpes y patadas al rostro, una vez que cayeron aproveche este momento y corrí nuevamente hacia la calle de Manuel Carpio, pensé que sería un escape fácil, antes de dar vuelta a la izquierda sentí algo que me quemaba en la pierna derecha, trate de ignorar el dolor, aunque me resultaba casi imposible, baje mi mano hacia mi pierna para poderla apoyar mejor. Continué mi escapatoria, gire mi rostro para mirar hacia la escalera encapsulada, pero ya no se encontraba nadie allí, baje el rostro y pude observar con terror como el grupo de runners hacían presa al grupo de asalto, los gritos eran terribles, de pronto el sonido producido por los disparos se detuvo, y solo los gemidos, gritos y alaridos rompían el silencio.

Caminé toda la calle arrastrando la pierna, el sonido de la metralla y los gritos, de desesperación, doble con dificultad en la esquina y seguí tan rápido como me lo permitía la herida hasta la cerrada de Tulipán y cerré la puerta con el candado que tenía, la cadena, me aleje un poco de esta y cuando volteé a ver, ya un grupo de runners trataba de ingresar por ella, seguí desplazándome hacia la otra salida, donde podía ver mi automóvil, correr e incluso dar un paso se me dificultaba, estaba perdiendo sangre rápidamente, tome mis llaves y proseguí la dura caminata…

Al fin llegue hasta mi coche, lo abrí y abordé con mucha dificultad, retiré el pantalón protector y sólo me quede con el pantalón de mi traje, mire a mi alrededor para buscar un trapo, al no encontrarlo, me quité la corbata e hice un amarrado estilo torniquete en mi pierna, para disminuir el sangrado, tomé el celular y miré de quién había sido  la inoportuna llamada, la pantalla decía: “2 llamada perdidas a las 14:56 horas”, toqué la pantalla para más información, se trataba de una llamada de Oz y otra de Ivonne.

Cerré mis ojos un momento, me sentía exhausto, volví a abrir mis ojos y algunos runners se estaban atacando mi automóvil con sus puños, tratando de ingresar a mi automóvil, arranqué y aceleré a toda prisa, mandando a volar a un par de ellos que se habían instalado sobre el cofre del coche, tome la calle de Cedro, mientras conducía marqué el teléfono de Wolf y le pedí que me esperarán afuera.

Doble la esquina al llegar a Díaz Mirón y me detuve fuera de la casa, fuera de ella se encontraba Wolf, Oz, Antonio y Annette esperándome, aparque y apague el coche a media calle, cerré mis ojos y no supe mas de mi. Wolf y Annette me levantaron del coche y me llevaron al interior de la unidad habitacional, Oz se dedicó a estacionar bien el coche, mientras Antonio  cubría ambos flacos con una de las metralletas, que aunque aun no sabia usar impresionaría a cualquier transeúnte normal.

Entraron todos a la casa…

Cuando desperté, el reloj marcaba las 23:00 horas, me traté de incorporar y sentí un dolor impresionante en mi pierna, me dolí. Segundos después ingresó a la habitación Oz y me dijo… -Natsu te tengo dos noticias una buena y una mala… la buena es que ¡sigues vivo!- grito con gran euforia, -la mala… es que ya no podrás jugar Futbol- me quede helado, -no puede ser- grite con desesperación, la habitación se encontraba a oscuras e incluso mis ojos me dolían, lleve mi mano a mi pierna derecha y la bajé lentamente hasta donde había sentido el impacto de la metralla, donde sentí unas vendas, cerré los ojos y di un golpe sobre la cama

Por la puerta entraron Annette y Antonio con un par de velas, quienes al escuchar lo que había dicho Oz, le dieron un tremendo golpe el cual lo mandó al suelo… Annette le grito –como se te ocurre decir semejante barbaridad Oz-, Oz aturdido respondió–pero si es verdad han comenzado a fallar los servicios eléctricos, así que no podrá jugar videojuegos de FIFA o de ese estilo en su PS3. Di un gran suspiro de alivio y moví mis piernas para tratar de incorporarme, Antonio me detuvo –Has perdido sangre, así que por el momento no puedes moverte- desistí de moverme y pregunte -¿qué ocurrió?, mire a la entrada de la habitación y vi a Wolf parado allí.

Annette mojo un paño y lo colocó en mi frente, luego me explico –cuando te encontramos afuera de la unidad habitacional habías perdido el conocimiento y estabas sangrando, Wolf te trajo adentro. Entre Antonio y él te extrajeron la bala que tenías incrustada en el muslo, y te suturaron, pensamos que no despertarías en varios días- negué con la cabeza y sonreí una bala no es lo suficiente para terminar conmigo- reí y luego me dolí por la herida, Antonio me preguntó– ¿De dónde salió ese disparo?-, mire a un lado y les narre lo que había sucedido, la información que había obtenido, como había abanado a mi madre y mi experiencia cercana a la muerte.

Annette se sentó a mi lado y me abrazo, Antonio y Wolf murmuraron uno al otro, -iremos mañana a salvarla, a primera hora, por el momento descansa y recupérate-, asentí para luego recostarme, ellos continuaron hablando fuera del cuarto, una radio de baterías sonaba en el fondo, la señal de emergencia de la Ciudad de México anunciaba:

-“El día de hoy, la Presidencia de la República tras los atentados terroristas cometidos por el grupo del líder extremista Rapunzel, aun no se conocen detalles del móvil de este atentado ni exigencias del grupo… se ha reportado que los principales hospitales han quedado inutilizados gracias a los ataques, se presume que han empleado un agente biológico desconocido, el cual ha diezmado a la población del Distrito Federal, por lo que se ha instruido a los grupos de asalto y al ejercito eliminar toda clase de disturbios.

Se ha aprobado el uso de fuerza letal contra cualquier civil o agresor que se resista al arresto…

Asimismo, el presidente ha declarado alerta epidemiológica color Rojo, iniciando una Cuarentena inmediata en la capital del país, por lo que se ha cerrado el acceso y la salida de personas…»-

Me moví un poco alertado por lo que había escuchado en la radio, sin embargo, yo estaba exhausto y prácticamente me resulto imposible seguir escuchando la transmisión.

Por primera vez en muchas noches dormí toda la noche, tuve terribles pesadillas relacionadas con mi escape del Instituto y el rostro de mi madre cuando le dejé en el laboratorio, la vi siendo atacada por cientos de esas cosas, desperté aterrado y gritando con desesperación, atribuí esas terribles visiones a la fiebre y a la mala experiencia del día, moje el paño en un pequeño balde con agua fresca que se encontraba al lado de la cama, me acurruque y trate de seguir durmiendo, sin tener mucho éxito…

Día 4, Cuarentena

Pasaban de las 12 de la noche y todos mis amigos ya se habían ido a dormir, mi madre se mostraba un poco molesta porque había transformado su casa en un hotel donde entraban y salían sobrevivientes… la mañana sería algo difícil, porque a pesar de estar sucediendo esta clase de desastres, mi madre había recibido una instrucción de presentarse al día siguiente al Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica…

Era la segunda noche en la que no podía dormir, a pesar de que había salvado a mis amigos, aun podía ver el rostro de esa primera persona a la que le había disparado, a pesar de que eso no era humano cargaba sobre mi conciencia su rostro y su “muerte”… – me senté en las cobijas en las que estaba acostado, mire a mi alrededor y suspire, a caso yo tenía el derecho de decidir ¡quien vivía y quién no? o era a caso que yo era el monstruo en ese nuevo mundo que se estaba construyendo… estas preguntas rondaban mi cabeza y sin embargo se sentía extraño matar un infectado, aunque en el fondo sabia que se trataba de ellos o yo… cerré los ojos y a pesar de que tarde en dormirme ya no quería saber nada, me sentía pésimo de ánimos.

En el pasado ya había disparado un arma, pero solamente contra objetos inertes y siluetas, dispararle a un ser vivo era distinto, era como jugar a ser dios y arrebatar una vida con un soplo, estos pensamientos dieron vuelta por mi mente hasta que simplemente me quede dormido.

Durante la noche tuve pesadillas en las cuales podía ver como mis amigos eran muertos o infectados por los infectados, me levante sobresaltado y mire el reloj, eran cinco minutos para las ocho de la mañana, me incorpore y camine hacia el refrigerador para picar jamón y dárselo de comer a Miztli, camine rumbo al baño y serví el jamón en el plato, el can lo devoró en cuestión de segundos, se relamió los bigotes y me siguió rumbo a la entrada, quite los cerrojos de la puerta y caminé hacia la calle, el can salió delante de mí y para mi sorpresa la calle se encontraba en completo silencio, al fondo pude escuchar el sonido de lo que era una ambulancia, un carro patrulla o un carro de bomberos, decidí no prestarle atención, mi can volvió de hacer sus necesidades y volvimos a ingresar al departamento.

Al entrar por la puerta del departamento y un tanto extrañado al sentir que era una mañana demasiado tranquila para ser Lunes a primera hora, tome el control remoto y puse el canal de las noticias, la recepción era extrañamente mala, pero trate de entender lo que decían:

Noticieros TESMX:

Nos encontramos a las afueras de lo que otrora fue el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, estamos esperando la rueda de prensa que ofrecerá el gobierno capitalino tras el ataque terrorista registrado el día de ayer, el cual cobró la vida de muchos usuarios, trabajadores y transeúntes… nos informan que el Jefe de Gobierno Marcelo Luis Ebrard Casaubón, escuchemos…

Se ha instruido a la Procuraduría general de la República y a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal la aprensión del grupo terrorista que irrumpió el día de ayer en el aeropuerto, destruyera gran parte de la infraestructura y empleara un agente biológico en contra de población civil, resultando en la muerte de dos mil usuarios, la destrucción de infraestructura, imágenes exclusivas captadas por el sistema de circuito cerrado ha demostrado que el grupo terrorista ingreso a las instalaciones por el estacionamiento principal, subieron al tercer nivel y se trasladaron a la torre de control, donde ultimaron al personal y se reunieron con el líder, un hombre de aproximadamente 30 años de edad que responde al seudónimo Rapunzel.

No podía creer lo que mis ojos veían estaban empleando nuestro rescate como una coartada para justificar su ineficiencia para contener el extraño acontecimiento. Refunfuñe en voz alta, lo cual alerto a Antonio, a Wolf y a Oz, quienes quedaron en un estado atónito al observar la noticia…

El jefe de gobierno prosiguió, se ha solicitado que se identifique a los integrantes del grupo terrorista y para lograr una efectiva captura se ha cerrado la entrada y salida de automóviles y transportes del Distrito Federa e inicien una investigación de su posible relación con los disturbios violentos que se han suscitado en la ciudad de México

-¿Qué demonios?- grite exaltado – ¡nos han culpado de toda su ineptitud!, ha sido más fácil decir que nosotros hemos sido en lugar de alertar a la población del peligro inminente -, tras mi grito, pude ver a Annette y a mi madre salir de las habitaciones y preguntar qué ocurría, cambie el canal a la otra cadena de televisión donde se hacia una supuesta reseña del ataque realizado por nosotros.

Mi madre y yo nos fuimos a preparar para presentarnos a trabajar, unos minutos después salí arreglado, listo para presentarme a trabajar y les dije – por el momento es muy peligroso que salgamos con los uniformes pero necesitamos que todos aprendan a usar el armamento de fuego y pulan sus destrezas en combate cuerpo a cuerpo – saqué de mi bolsillo las llaves de mi automóvil- busquen en internet un lugar donde puedan practicar tranquilamente con el armamento -, luego miré a Annette – consigan una vía alternativa para comunicarnos e infórmenme en cuanto puedan-, Annette me miro como diciendo ¿algo más que se le ofrezca a su majestad?.

Oz respondió – claro que lo haremos Natsu, pero primero debemos desayunar, no sabes que el desayuno es la comida más importante del día-, caminé al frigorífico y lo mire, saque rápidamente algunos huevos, y guisos de mi madre, y le dije –aquí está la comida, pueden prepárasela, están en su casa- tome mi mochila y salí con mi madre rumbo a la oficina, caminamos sobre la avenida Díaz Mirón rumbo al Casco de Santo Tomás, al llegar a la calle Plan de San Luís, el hospital Rubén Leñero y las calles aledañas se encontraban bloqueadas por un cerco sanitario, le dimos vuelta a la calle para tomar la Prolongación de Carpio y poder ingresar al Instituto.

Cruzamos un fuerte dispositivo de seguridad, algo nuevo para el Instituto, mire hacia los lados y vi que el estacionamiento se había transformado en una especie de bestiario, del cual se podía escuchar entre rugidos y gruñidos, saque mi celular y discretamente tome algunas fotos, ingresamos por la puerta y tras checar mi tarjeta de trabajo me dirigí a mi área de trabajo. Salude a mis jefes y vi que sobre el escritorio teníamos una gran pila de documentos para adquisiciones –Jefa, ¿no dijo que no volveríamos a realizar licitaciones?-, se sentó, me invito a sentarme frente a ella y me explico –El Presidente de la República ha declarado estado de emergencia general en la república por el posible surgimiento de un brote de virus mutante de la rabia, nos han encargado la licitación para el tratamiento ante una pandemia- me incorpore del asiento y me acerque a la reja es decir que esas jaulas contienen… ¿infectados?

Me miro y negó –por desgracias esos especímenes –mire nuevamente por la reja –no podemos catalogarlos como infectados, es decir, no sabemos si es un virus, un paracito o una maldición-, gire mi rostro – ¿una maldición? – la mire con cierto aire de incredulidad, tomo su bata, me dio otra y me pidió que le acompañara, salimos del instituto rumbo al estacionamiento – los federales nos han traído en las últimas 12 horas especímenes de todos tipos, se ha estado documentando el avance del virus. En un estado inicial el paciente conserva noción de si, dos horas más tarde, el infectado entra en la segunda etapa, se vuelve agresivo, pierde gran parte de su capacidad de razonar y sus atributos físicos se amplifican, seis horas más tarde el infectado muere- le interrumpí – ¿Entonces se trata de un virus o un parasito muy agresivo, con capacidad de matar al paciente por fiebre?-

Negó mi hipótesis,se trata de un virus similar a la rabia, es decir

La rabia es una enfermedad viral causada por un virus neurotrópico Rhabdoviridae que causa encefalitis aguda hallado a en la saliva de los animales infectados, causa una irritación en los sistemas nerviosos centrales, seguida de parálisis y muerte. Se manifiesta inicialmente provocando una alteración inexplicable en el comportamiento del animal en dos formas de la enfermedad: la furiosa, se muestra inquieto e hiperactivo, este estado parece ignorar el dolor causado por una herida o quemadura, si no muere en esta fase, es atacado progresivamente por la parálisis y convulsiones, que culminan con la muerte entre el cuarto y el séptimo día.

El hombre recibe el virus de la rabia a través del contado con la saliva del animal enfermo. Para ser inoculado, no necesita ser mordido, basta un tajo, herida, rasguño profundo o quemadura en su piel entren en contacto con la saliva del infectado. El tiempo de inoculación varia con la naturaleza del virus, el lugar de inoculación y la cantidad inoculada. Si el punto de contacto ha sido la cabeza, el cuello o los miembros superiores, el período de incubación será más breve, porque el virus alcanzará la región predilecta con mayor rapidez, llegando al sistema nervioso central a través de los troncos nerviosos, propagándose a lo largo de los nervios sensoriales o el torrente sanguineo. Las células que lo acogen son destruidas.

A partir de ahí el virus emigra hacia los tejidos, pero sobre todo hacia las glándulas salivales, de donde es excretado juntamente con la saliva. El periodo de incubación es muy variable.

En el hombre, el primer síntoma es fiebre poca intensa (380C) acompañada de dolor de cabeza y depresión nerviosa. Enseguida, la temperatura se eleva, llegando a los 40 / 42 grados. Luego, la víctima comienza a mostrarse inquieta y agitada, sufre espasmos dolorosos en la laringe y comienza a respirar y a tragar con dificultad. Los espasmos se extiendes después a los músculos del tronco y de las extremidades, en forma intermitente y acompañados por temblores generalizados, taquicardia y detención de la respiración. Cualquier tipo de excitación puede provocarlos (luminosa, sonora, aérea, etc.).

El hombre, se torna hidrófobo, experimenta ataques de terror y de depresión nerviosa, presentando tendencia a la vociferación, los alaridos y la agresividad, con accesos de furia, alucinaciones visuales y auditivas, salivación y delirio. Ese período de extrema excitación dura cerca de tres días, y enseguida le sigue la etapa de parálisis, la rabia siempre presenta una evolución inexorablemente fatal para el paciente.

La vacuna se debe administrar antes de que el paciente presente síntoma, ya que una vez que el virus infecta el cerebro el resultado de la enfermedad es fatal.

Las vacunas que se han desarrollado a parte de los cultivos celulares a partir de células humanas, de riñón de mono (Vero), de embrión de pollo, o células fetales de mono, sin embargo hemos detectado que ninguna actua sobre estos infectados.

La rabia se manifiesta por un periodo prodrómico que dura de dos a diez días con signos y síntomas inespecíficos como cansancio, cefalea, fiebre, anorexia, náusea, vómito y hormigueos en el sitio de la herida, seguidas de dificultad para la deglución, horror al agua entre el 17% y 50% de los casos, desorientación, alucinaciones visuales u olfatorias, crisis convulsivas focales o generalizadas, periodos de excitabilidad.

La patología en la especie humana es la siguiente:

  • Infección por herida o mordedura. Antiguamente también se transmitía por operaciones como el trasplante de córnea.
  • El virus tiene una primera multiplicación en las células musculares, de ahí pasa a las neuronas y finalmente a los ganglios nerviosos.
  • El lugar donde la enfermedad se manifiesta más acusadamente es el cerebro (encefalitis). Sin embargo, el tiempo que tarda en desarrollarse esta etapa es bastante largo y depende de muchos factores.
  • Los virus comienzan a pasar de unas neuronas a otras a través de los contactos sinápticos, lo que hace que el sistema inmune sea incapaz de detectarlos.
  • Desde el cerebro puede viajar, a través de los nervios, a cualquier parte del cuerpo, provocando una infección sistémica.

Sintomáticamente, el enfermo pasa por 4 fases:

  1. Fase de incubación: Dura entre 60 días y 1 año y es asintomática.
  2. Fase prodrómica: Dura entre 2 y 10 días. Aparecen síntomas inespecíficos.
  3. Fase neurológica: Dura entre 2 y 7 días. Afecta al cerebro. El paciente puede manifestar hiperactividad, ansiedad, depresión, delirio, sentimientos de violencia, ganas de atacar, parálisis, espasmos faríngeos (horror al agua)
  4. Fase de coma: Dura entre 1 y 10 días. El paciente entra en coma y finalmente muere por paro cardíaco, o bien por infecciones secundarias.

-¿Pero usted dijo que no sabía si catalogarla como infección o como un maldición- mire hacia uno de los pacientes que golpeaba la puerta –un paciente de rabia como te he dicho antes tiene de 7 a 15 días de periodo de incubación, sin embargo esta cepa se incuba en cuestión de horas, y produce la sintomatología de las fases dos y tres tras cuatro horas, hasta ahora la mayoría de los infectados han permanecido en esta fase. – ¿Entones es el virus de la rabia? – Le dije – No es así…- caminamos a la parte trasera del estacionamiento, la cual contenía más especímenes –Cuando un infectado de la rabia o una persona atacada por un infectado perece, se queda muerto-, caminamos por el estacionamiento hasta llegar a la zona donde solía estar las calderas y la zona de mantenimiento, la cual había transformado en una jaula electrificada donde caminantes rondaban y trataban de escapar –Después de haber muerto estas cosas se transforman en eso- señaló a los caminantes, saque una pequeña libreta y tomé nota de lo que me había explicado, -Jefa, usted me dijo que cuando un paciente de rabia moría se le extraían pequeños trozos de cerebro para hacer una necropsia, ¿se ha podido practicar alguna?

Me miro y luego giro la cabeza para negar ,-como te he dicho el tiempo de avance del virus de la rabia depende del lugar donde ha sido mordido, sin embargo, este virus se mueve en pocas horas, su método de movimiento parece ser mediante la irrigación sanguínea, esto dependerá si existe una predisposición genética de un organismo a ser resistente o susceptibles, es decir si sus células son receptores, esto se basará en factores como la edad, el sexo, las enfermedades que se han padecido y como estos bastardos no mueren y no hemos encontrado una manera para matarlos, estamos atorados-.

Tras apuntar los datos que decidí que serían útiles, regresamos a la oficina, cuando llegamos, el Secretario de Salud había llegado al Instituto y llamo a todos los trabajadores a reunion, en ella solicitóla colaboración de todo el personal para atender esta situación, asimismo, informo respecto al estado de alerta que se había activado y el cerco sanitario que se había establecido en la ciudad de México para evitar que la plaga se esparciera por la República Mexicana, mencionó esta información aun no se había difundido por la prensa. Al fondo del auditorio se escucho un grito -¡Nos están encerrando como ratas, no somos sus conejillos de Indias!- aquel discurso que buscaba calmar a la comunidad de trabajadores logro lo contrario, en pocos minutos el Instituto se volvió un caos, las puertas de acceso estaban abarrotadas, la gente corría fuera del instituto presa del pánico, me quede dentro del Instituto observando la situación desde el techo de este, el pánico trajo un sentido de xenofobia entre los sobrevivientes, observe como se mataban entre ellos.

Camine hacia el extremo sur del techo del instituto y pude ver lo que las barreras del cerco sanitario ocultaban, en el hospital Rubén Leñero se encontraban cientos de Runners y Caminantes que deambulaban por el lugar, exaltados por el sonido producido por los gritos y el aroma de la sangre derramada por aquellos trabajadores que luchaban por sus vidas a costa de cualquier cosa, en los techos se encontraban mas sobrevivientes que estaban siendo presa de los elementos, la fatiga, el hambre y el pánico. De pronto escuche como uno de los muros del cerco se venia abajo, entonces fue cuando todo se fue directo al infierno, segundos después recibí una llamada de Oz confirmándome que ya tenían donde entrenar, y me preguntaron a que horas pasaban por mi, me negué a que pasaran por mí puesto que lo que se encontraba bajo nosotros era un caos…

Tras un  par de horas y después de “comer” los runners se disiparon por las calles de la ciudad, asechando a todo aquel que cometía el error de poner un pie en la calle, los caminantes se encontraban sobre toda la calle, mirando al cielo o buscando algo más que comer.

Corrí rápidamente hacia el laboratorio del cuarto piso y pude cerciorarme que mi madre se encontraba bien, ella como toda una profesional había optado por quedarse en el Instituto, a tratar de tipificar el Virus y buscar una alternativa con la ayuda de los otros laboratorios que seguían en servicio. Le pedí con vehemencia que olvidara la investigación, que era necesario que escapáramos, se negó y me replico que yo buscara una forma de sobrevivir como pudiera y que si era posible después le rescatara, cerré mis ojos y mis puños con fuerza, en mi interior sabia que a pesar de mi exaltación ella tenía razón, la forma mas segura de escapar era esa, porque treinta años menos resultaba una mejor condición física, mayor probabilidad de sobrevivir a un encuentro con un runner  y una forma mas rápida de desplazarse, me abrace a mi madre y le bese la frente, me di la vuelta y corrí hacia las escaleras, tratando de no ver atrás, no quería que ese fuera el ultimo adiós…

Descendí a toda velocidad hasta el lobi de la planta baja, el instituto se encontraba casi en silencio, camine hasta donde estaba el equipo especial contra incendios, me puse los pantalones, las botas, el chaquetón antifuego y  el casco, con un peso total de 13 kilos, lo cual disminuiría un tanto mi velocidad pero me daría mas protección ante un encuentro funesto con un runner o un grupo de caminantes, tome el hacha de incendios y me dispuse a salir a la calle, salte las barricadas instaladas en la puerta de acceso.

Una vez en la calle, caminé por la prolongación de Carpio, tratando de ser sigiloso, atravesé casi por complejo profesional Casco de Santo Tomas Unidad Lázaro Cárdenas, al llegar a la avenida de los Maestros y Díaz Mirón, a solo unas cuadras de escapar del grupo, escuche un helicóptero que sobrevolaba la zona, reporteando el suceso, los runners se comenzaron a aglutinar tratando de alcanzar el artefacto volador, -que suerte- pensé y proseguí mi avance con menos cuidado, di vuelta por la avenida Días Mirón y camine rumbo a mi casa, el helicóptero abandono la zona, volando rumbo a Chapultepec, sin embargo esas cosas lo siguieron.

Un gran grupo lo seguía, unos corriendo y otros arrastrándose, cuando pensé que eso había sido una bendición, no tenía la menor idea de que mi suerte estaba a punto de cambiar. Mi teléfono celular comenzó a sonar de una llamada entrante y la falta de ruido más allá de los alaridos y los rotores que se alejaban de la zona, atrajo la atención de un grupo nutrido de caminantes y runners que se abalanzaron contra mi persona.

Sin otra opción, comencé a correr rumbo al circuito, esperando que el trafico de vehículos hubiera aumentado, lo cual era ridículo ante la situación y  la ausencia de gente en la calle, el traje me protegería poco tiempo, seguí corriendo lo más rápido que pude, al cruzar la calle Lauro Aguirre, surgió un segundo grupo de Runners que al escuchar el alboroto se unió a la persecución, vino a mi mente la imagen de un show de televisión llamado “the Walking Dead”, en ese momento me sentía como el protagonista cuando llega a la ciudad de Atlanta, sin embargo, esto no era un show, era la realidad y mi condición física no parecía ser un reto para los perseguidores, logre cruzar a toda velocidad el Circuito interior, me decía a mi mismo –no mires hacia atrás, no mires hacia atrás- cuando escuche los gritos de un tercer grupo que corría hacia mi, estaba tan cerca de mi casa y tan lejos de estar a salvo, di la vuelta y corrí hacia la Bodega Comercial, salte de la calle hacia el estacionamiento para ahorrar tiempo, corrí hacia la entrada, pero esta se encontraba cerrada, golpeé la puerta y grite –Déjenme entrar- pero parecía inútil, me gire y puse mi espalda contra la puerta metálica, me encontraba rodeado por ellos, no habría escapatoria…

Día 3 Infección, Parte 2

Oz prosiguió dándome detalles de los agresores, los cuales optamos por catalogarlos en dos grupos:

  • Caminantes: agresores, de velocidad lenta y buscan morder a las personas para alimentarse o eso creemos de su carne.
  • Runners: sus atributos físicos son parcialmente desconocidos, sin embargo hemos observado que tienen mucha velocidad y resistencia.

Sin embargo esto solo fue un preliminar, puesto que llamarlos así era darle un nombre a lo desconocido, no sabíamos qué eran o a que nos estábamos enfrentando, según la prensa se trataban de terroristas, pero según lo que habíamos visto, eran extremadamente extrañas… tome un papel para recapitular sus características:

  1. Veloces y/o lento, dependiendo de la apariencia
  2. Agresivos
  3. Fuertes
  4. Se alimentan de carne humana
  5. No se atacan entre ellos,
  6. Parecen reclutar a aquellos que han mordido o asesinado

Después de revisar la información y analizarla la descripción sonaba a una sacada de alguna de las películas de George Romero o por algún videojuego del nuevo siglo, Oz tomo mi escrito lo observo y rio un momento al notar la relación y pregunto con entusiasmo – ¿A caso nos enfrentamos a un apocalipsis zombi?, lo mire, estudie la información y me disponía a confirmar, cuando recibimos un par de llamadas, una de Antonio y Wolf, extrañamente cada uno pedían un servicio de extracción…

Suspire y comente la situación a Oz, -puedes esperarme o…- más tarde en decir esperarme que en que Oz tomara el Bate que se encontraba en la puerta, tome un poco de dinero del que había ahorrado para una emergencia, aproximadamente 50 mil pesos, salimos de mi casa y caminamos rumbo a mi automóvil, al salir a la calle miré a todas direcciones, para mi sorpresa, a pesar de que pasaban de las 15:00 horas y las calles seguían desiertas, subimos al automóvil, lo encendí, acelere un par de veces y después de ello salimos para dirigirnos hacia el barrio bravo a comprar armamento.

Cuando Oz observo que no nos dirigíamos al Museo de Antropología, me pregunto -¿Cuál es el plan?-, le respondí -Nos trasladamos rumbo al mercado negro, si queremos sobrevivir y no solo ser un blanco, necesitamos armamento y ropa especializada-, cuando llegamos al lugar pudimos observar algunos caminantes, los cuales no significaron gran amenaza, aceleré y los mande a volar, al llegar a las inmediaciones del barrio bravo los accesos se encontraban bloqueados y debimos continuar a pie.

Estacioné el automóvil cerca de una de las barreras, en la calle peralvillo sobre una banqueta, Oz y yo descendimos del automóvil, nos dirigimos a la cajuela, tomamos el bate y la llave de cruz, caminamos de regreso al eje 1 Rayón, la calle era amplia, de aproximadamente 5 carriles, sin embargo, esta se encontraba reducida por una gran cantidad de accidentes automovilísticos, automóviles en llamas y probablemente Runners…

Tras un par de minutos, tomamos la escalera de peldaños y subimos a lo alto del muro, aquello que vimos superaba la ficción, los puestos y automóviles se encontraban en llamas, y por la mitad de la calle había muchos caminantes, por fortuna o desfortuna, todos parecían estar acechando los edificios donde se refugiaban los sobrevivientes, descendimos por la escalera de peldaños y corrimos por el eje 1, a la altura del metro lagunilla escuchamos algunos gritos o rugidos, decidimos que no era nuestra incumbencia hasta no verles cerca, conforme nos acercamos a la calle de Jesús Carranza, doblamos hacia la derecha y comenzamos a adentrarnos al corazón del “barrio bravo”.

Al avanzar nos fuimos encontrando con barreras improvisadas con lo que otrora había sido mercancías, al acercarnos a la calle Matamoros nos encontramos lo que más temíamos, ahí se encontraba un grupo de runners que se encontraban inertes y acechantes. Detuve a Oz y le señalé que corriéramos hacia Fray Bartolomé de las Casas, ya que por la calle de Tenochtitlán podríamos llegar a la cerrada de totonacas, tras unos metros de carrera, y creer que habíamos escapado, giré mi rostro para darme cuenta que aquel grupo de runners nos venía siguiendo.

-¡Oz, tenemos compañía- le dije.

-Es mejor que sigamos corriendo- me contesto.

Dimos vuelta en la calle de Tenochtitlán, donde encontramos un pequeño grupo de caminantes, los cuales no fueron reto para el “armamento” que llevábamos, proseguimos, y conforme corríamos, podíamos escuchar cómo se iban juntando más y más runners, por un momento creí que no lo lograríamos… acaso ¿esto había sido un error?, pensé… yo no quiero morir, trate de correr con toda mi resistencia pero no servía el cansancio y la desesperación se apoderaban de mi, y esas cosas parecían no cansarse.

Seguimos corriendo hasta la calle de Peñón, estas habían sido las dos calles más largas y difíciles de mi entera existencia, cuando de pronto, sentí como un objeto roso mi oreja y un segundo después pude escuchar como uno de los runners caía al suelo, luego vinieron mas disparos terminando con el grupo de perseguidores, Oz y yo nos detuvimos y pronto nos vimos rodeados por un grupo de sobrevivientes del barrio que nos obligaron a hincarnos, pensé que nos darían ultimato, de entre la multitud salió una chica y comenzó a inspeccionarnos, al notar que no teníamos rasguños ni mordidas prosiguió a abrazarme y me dijo –¡Natsu, Oz! ¡Están con vida!-, alce mi rostro y para mi sorpresa me encontré a mi amiga Annette, me incorpore y la abrace ante tal sorpresa.

-¿Qué haces aquí?- le pregunté.

-Salvándoles el trasero- rio y dijo –mis padres y yo estábamos de compras cuando todo comenzó, terminamos atrapados por esas cosas, cuando de pronto estas personas nos rescataron de la misma forma, llevamos 12 horas atrapados en el barrio bravo, pero gracias a ello hemos sobrevivido esta situación; y ustedes ¿qué hacen aquí?

-Hemos venido a comprar armamento, unos trajes de federales y mucha munición- le respondí, de entre los comerciantes se apareció un extraño hombre lleno de tatuajes tribales y nos dijo, síganme.

Caminamos detrás de él, Annette nos acompañó, hasta llegar a la calle Totonacas, entramos a una bodega ubicada en el número nueve, al llegar encendió las luces y lo que parecía ser una polvorienta bodega debelo sus arsenales, el vendedor nos pregunto por cuánto dinero llevábamos, deje sobre la mesa los cincuenta mil, y a pesar de ser poco dinero, el comerciante nos miro y dijo –Tomen todo lo que necesiten-, apresuradamente tomamos los uniformes que ocupábamos y los chalecos anti balas, de algo deberían servir, luego tomamos 6 rifles de asalto modificados, rifles de francotirador, dos escopetas, granadas, pistolas,  mucha munición y 8 bastones retractiles de policía y 5 cuchillos tacticos, a pesar de que era muy probable que ni Wolf, ni Oz supieran emplear un arma de fuego, seguramente sabrían como emplear los cuchillos y bastones, por su parte Annette se vistió con un uniforme de federal, todo lo necesario que no comprometiera nuestro movimiento, echamos en una maleta táctica y dispusimos a salir del lugar, Annette, y sus nuevos amigos nos acompañaron hasta el cerco de la calle de Peralvillo y Constancia, me apure a ir por el automóvil y lo estacione frente al cerco, cargamos el armamento y oz se subió en la parte trasera del automóvil para cambiarse, me acerqué a mi amiga y la abrace, ella correspondió y me preguntó –¿Puedo acompañarlos?, no quiero estar aquí atrapada, y sin hacer nada… quiero vivir…- le sonreí y le abrí la puerta, -bienvenida al equipo-, me despedí de nuestros nuevos amigos, subí al coche, cerramos las puertas y arranque el motor, era hora de ir a salvar a Wolf…

Para el momento en que salimos del Barrio Bravo el reloj de mi auto marcaba las 17:00 horas, aproveché que no había casi tráfico en reforma y acelere hasta doscientos kilómetros por hora, no tardamos más de cinco minutos en llegar hasta el Museo de Antropología e Historia, di vuelta en la calle Mahatma Gandhi, estacionamos el coche, descendimos y tomamos el armamento de la cajuela, Annette y yo tomamos un par de escopetas y la munición necesaria, Oz tomo un par de bastones y un par de cuchillos, le instruí como debía usar los bastones, para que estos se quedaran a fuera y pudiera luchar cuerpo a cuerpo.

Una vez preparados, corrimos rumbo a la entrada del museo, cuando de pronto escuchamos un silbido, volteamos a ver rumbo al gran monolito de Tlaloc, donde vimos a Wolf sentado placenteramente, mientras los runners trataban de alcanzarlo, corrimos de regreso hacia el monolito y Annette y yo comenzamos a disparar al grupo, los cuales no representaron mayor contratiempo, cayeron al piso y Oz se dedicó a destrozarles la cabezas, Wolf se encontraba a salvo sin embargo, el sonido de las balas seguramente atraería más agresores, le grite

-Wolf ¿Estas bien?-

Wolf descendió tranquilamente de la roca y tras salir de la fuente, ahora llena de un líquido color carmesí me respondió, -¿por qué tardaron tanto?-

Le di una breve y rápida explicación de lo sucedido, guardamos nuevamente el armamento, subimos al automóvil y partimos esta vez en dirección al Aeropuerto Internacional Benito Juárez, Ciudad de México, el viaje fue muy rápido, extraño para una ciudad tan concurrida, cruzamos rápidamente desde la zona de Chapultepec hasta el aeropuerto, unos kilómetros antes de llegar, pasamos a una gasolinera, detuve el coche y al no encontrar a nadie atendiéndola, decidí despacharme por mi parte, cargue tanque lleno y mientras se llenaba saque un rifle de la cajuela y me prepare por si las dudas, pero nada ocurrió, la bomba se detuvo y cerré el tanque, guarde el rifle y me volví a subir al automóvil y seguimos rumbo al aeropuerto.

Tome el circuito interior y proseguí rápidamente, por el puente especial para atravesar rumbo al aeropuerto, cuando al fin lo divisamos pudimos ver horrorizados que gran parte de este encontraba en llamas y algunos de los aviones estaban estrellados, los sobrevivientes corrían como locos y algunos runners se encontraban sobre la banqueta o media calle devorando a las victimas,  acelere contra un pequeño grupo e hice que estos volaran por los aires.

Me acerque veloz mente al estacionamiento, Oz tomo el celular que había robado y llamo a Antonio, este no le contesto… subí el automóvil hasta el tercer nivel y me estacione. Descendimos del automóvil, Wolf se cambio rápidamente al uniforme de los federales, nuevamente Annette y yo tomamos 2 las dos escopetas, municiones, a Oz y Wolf por su inexperiencia en el manejo real de armamento de fuego, tomaron 2 bastones y dos cuchillos cada uno, tome un tercer bastón y un cuchillo de emergencia para entregárselo a Antonio, o en el peor de los casos lo tendría que eliminar yo mismo, reanudamos nuestro avance para a ingresar al aeropuerto.

Lo que habíamos visto desde afuera no tenía comparación con lo que vimos en ese momento, los runners devoraban a la gente, los caminantes se movían por los pasillos y los pocos sobrevivientes trataban de escapar por las pocas entradas que seguían abiertas o esconderse en los baños, -será casi imposible encontrarlo-, pensé en voz alta, cuando de pronto sonaron los parlantes en los techos del aeropuerto, era Antonio, se había refugiado en la sala de control y nos estaba observando por las cámaras de seguridad, corrí hacia un mapa del aeropuerto y revisé donde se encontraba esta, giré mi rostro para decirles –vámonos, se donde está- cuando vi a Oz tomar sus cuchillos y lanzarlos hacia donde me encontraba, reaccione tirándome al piso, los cuchillos siguieron su trayectoria e impactaron en las cabezas de dos runners que no había visto.

-¡A caso estás loco!, quieres matarme o ¿qué demonios pasa por tu enferma cabeza?- Oz señalo detrás de mí y vi a las dos bestias en el suelo, recuperé la compostura, oz camino hasta donde se encontraban las bestias y les destrozó la cabeza de un pisotón, tomo los cuchillos y limpio las hojas… tras un breve respiro di indicaciones, adoptamos una posición de equipo táctico, basada en un guía con una escopeta, los dos integrantes con arma cuerpo a cuerpo cubriendo ambos flancos y el otro miembro que porta la escopeta en la retaguardia, ingresamos rápidamente por las escaleras, para encaminándonos hacia el ultimo nivel del aeropuerto, los perdigones de los cartuchos de escopeta volaban al igual que las cabezas de los runners, mientras Annette y yo limpiábamos los caminos de avance, Oz y Wolf destrozaban y/o cortaban las cabezas de los agresores que aparecían por los pasillos aledaños, poco a poco nos abrimos camino hacia una puerta donde se encontraba un grupo numeroso golpeándola, Annette y yo, disparamos los cartuchos que quedaban en la racamara, impactando en algunas cabezas, luego le dije a ella que se hincara, acto seguido, Oz y Wolf se lanzaron al ataque para romper cabezas y mutilar miembros.

Annette y yo recargamos los cartuchos que nos quedaban, de seguir así no lograríamos salir del lugar, finalmente Oz y Wolf terminaron el trabajo, se encontraban bañados en sangre de los infectados, nos acercamos a la puerta de la sala de control y la revisamos en busca de un picaporte o algo que permitiera que ingresáramos, inesperadamente sonó un señal y se abrió como por arte de magia, al ingresar encontramos Antonio quien estaba sentado cómodamente observando por las cámaras de seguridad el “espectáculo”, le lance el bastón retráctil y un cuchillo, el cual se impacto en el suelo y le dije –¡hemos venido a salvarte Rapunzel, o es que prefieres que ellos te lleven al baile!-.

Salimos de la sala de la sala de control y descendimos con celeridad por las escaleras, al llegar al tercer piso, este se comenzaba a infestar, los caminantes y runners que habían sido atraídos por el sonido de los disparos y era necesario abrirnos paso, nos quedaban pocas balas y optamos por tomar una posición en la cual cambiaríamos de posición para que mientras unos recargaban los otros golpearan y aprovecharan que a pesar de ser un pasillo estrecho las barandillas de los lados conducían hacia una caída de tres pisos, iniciamos con dos disparos contra los runners que se encontraban mas cerca, estos se precipitaron por su velocidad contra las barandillas y cayeron por los lados, mientras que los caminantes eran presa fácil del combate cuerpo a cuerpo, conforme nos acercábamos al estacionamiento, la munición se termino, el combate cuerpo a cuerpo era la única opción, Annette y yo golpeábamos cabezas con las cachas de las escopetas mientras los demás hacían una carnicería con los cuchillos, milagrosamente logramos llegar hasta el estacionamiento.

Le lance las llaves a Antonio y le dije – ¡Arranquen el coche y váyanse de aquí!- mis compañeros lanzaron el armamento en la cajuela, yo tomé algunas granadas y les volví a gritar – ¿A caso están esperando que los lleve de la manita?- cerré la cajuela y me senté sobre la cajuela del auto, mientras ellos abordaban el automóvil, tan rápido como pudieron lo encendieron y aceleraron para descender por las rampas de los tres niveles, me aferre al alerón del coche, el cual había casi duplicado su peso, pero gracias a su línea parecía no comprometer su velocidad, los runners seguían pisándonos los talones. Al llegar al segundo nivel el número de runners se había duplicado y supe que era la señal para que comenzaran los fuegos artificiales, aproveche la presencia de otros automóviles y comencé a lanzar las granadas, cuando Antonio tomo la rampa para bajar al primer piso y poder salir a la calle, las explosiones de las granadas y los automóviles se hicieron presentes, cada una de ellas estaba debilitando la estructura, la cuál comenzó a colapsarse sobre si misma, Antonio tuvo que acelerar al máximo, para luego atravesar la pluma del estacionamiento, automáticamente una alarma se disparó, los agresores corrieron automáticamente detrás de la alarma, mientras que el estacionamiento se colapsaba sobre ellos.

Antonio dio una vuelta en U y se detuvo para que pudiera ingresar a la unidad, el colapso de la estructura había permitido que pudiéramos escapar tranquilamente rumbo a mi casa, nos dirigimos directamente hacia allá, el reloj marcaba pasadas las 12 de la noche cuando arribamos a mi casa, por hoy todos dormirían en ella.

Al llegar, mi madre me miro con cara de esto no es un Hotel, sin embargo distribuimos a todos en la casa y nos fuimos a descansar.