Mi jornada por sobrevivir

Entradas etiquetadas como “Separated Ways

Día 5, Separated ways Parte 3… ¿el rescate?

Los motores de ambas camionetas rugían por pleno Paseo de la Reforma, Wolf se veía alterado por tratar de llegar al hospital, -toma la precaución de cargar gasolina antes de que lleguemos o nos veremos atrapados por ese descuido- le dije mientras encendí la radio, sintonicé varias frecuencias al azar, las cuales me devolvieron estática como respuesta.

Tras varios intentos localicé una que transmitía:

“Éste es la señal de emergencia del gobierno de México, se ha declarado alerta roja en las 16 delegaciones del Distrito Federal, los infectados han tomado la Ciudad, todos aquellos sobrevivientes deben dirigirse inmediatamente a la delegación Magdalena Contreras, a los campamentos para sobrevivientes, ubicados en las partes superiores de la carretera Picacho-Ajusco.

Tenemos agua, comida y protección, así como una vacuna para inmunizar…”
El mensaje se repetía una y otra vez, apagué la radio al momento de llegar a una gasolinera que parecía estar en buenas condiciones, la segunda camioneta se detuvo a unos metros de la primera a una distancia prudente por si era necesario embestir o tratar de escapar, tomamos un par de cuchillos de la parte trasera y descendimos de la gran camioneta, para luego revisar si las bombas de distribución se encontraban activas, para desgracia nuestra, no era así.
Mi movimiento era torpe y lento, así que tomé una barreta de metal que se encontraba en el suelo para apoyarme mejor y decidí adelantarme hacia las oficinas de la gasolinera, en busca de alguna manera de activar el sistema o encontrar algo que fuera útil. El lugar era un desastre, vidrios rotos y puertas derribadas, camine con el mayor sigilo posible, en el camino a la oficina que tenía un gran letrero que decía Gerente, localicé una manguera de una pulgada de diámetro y aproximadamente 70 centímetros de largo, la enrolle para guardarla llevarla conmigo, cuando escuche el grito de Wolf -Encontré unos bidones-, me di vuelta y proseguí a salir con la manguera, al parecer ese lugar había sido abandonado hasta por los caminantes.
Regresé para darme cuenta que Oz estaba golpeando un caminante que se había acercado lo suficiente a nosotros, camine hasta Wolf y le entregué la manguera, -ahora tenemos que encontrar una manera de llegar a la gasolina o de robar de los tanques de combustible de otros automóviles-, -Será mas fácil obtener gasolina de otros autos-, caminamos hacia los coches más cercanos, mientras Wolf sustraía la gasolina suficiente de los automóviles estacionados o chocados, yo me cercioraba de que los runners y caminantes no se acercaran.
Veinte minutos después teníamos la gasolina suficiente para llenar los depósitos de 40 litros, ayudé a Wolf a llevar los bidones, para luego verter su contenido con sumo cuidado, finalmente, abordamos nuevamente las camionetas y proseguimos, volví a encender la radio, pero para mi sorpresa las transmisiones habían cesado por completo, proseguimos hasta viaducto Miguel Alemán y dimos vuelta, Wolf aceleró, a pesar de haber algunos coches, éstos salieron volando por la fuerza de la camioneta modificada.
En cuestión de Minutos arribamos a la zona del cerco sanitario, detuvimos ambas camionetas y descendimos para ver como ingresaríamos, Oz propuso hacer un ataque frontal con las camionetas, sin embargo Antonio menciono que sería muy arriesgado porque no teníamos la menor idea de cuantos había dentro, lo mismo sería intentar ingresar a pie, Annette propuso que la camioneta monstruo ingresará haciendo el mayor ruido posible, para atraer a los runners y caminantes, mientras que un segundo grupo ingresaba al hospital ayudado por la camioneta más pequeña; eso me pareció lo más sensato y viable, el problema sería quienes irían, Oz y Annette se ofreció a manejar la camioneta monstruo, sin embargo le evidencie a ella que me sentiría más seguro sabiendo que me estaba cubriendo la espalda, tras unos minutos de discusión, los equipos quedaron estructurados: Oz y Antonio, en la camioneta monstruo como señuelo, mientras que Wolf, Annette y yo ingresaríamos al hospital.
Camine con la barreta hasta la whommer y tomé un rifle de asalto, un par de clips extra de 100 tiros, un cuchillo táctico y un chaleco, Wolf tomo un bastón retráctil y un par de cuchillos, finalmente Annette tomó una escopeta, munición suficiente y un bastón retráctil, abordamos las camionetas, Wolf retrocedió algunos metros, para permitir a Oz y Antonio realizar la operación señuelo.
Oz y Antonio encendieron la camioneta monstruo e hicieron rugir el motor un par de veces, esto atrajo la atención de los infectados, que comenzaron a aullar y correr hacia el cerco, segundos después, retrocedieron lo suficiente y aceleraron para dar le a la camioneta espacio suficiente para desbocar por completo. La Whommer atravesó la estructura metálica como si se tratara de una hoja de papel arrastrada por el viento, luego oz comenzó a gritar como loco y a tocar el claxon del vehículo, los cuales atrajeron por completo la atención del los caminantes y los runners que se encontraban alrededor del hospital y se avalzanzaron en sobre de la avenida Ignacio Zaragoza, para perseguir la ruidosa camioneta.
Wolf aceleró y acerco la camioneta hacia la clínica en la que se encontraba Yö, atravesó las puertas de cristal para luego estacionarse en la recepción del hospital, bajamos y mi celular comenzó a sonar, al contestar, escuche la voz de Yö pidiendo auxilio, traté de calmarla pero fue imposible, la llamada se corto abruptamente lo único que pude escuchar fue en el fondo fue el sonido de gritos y golpes en una puerta metálica.
Nos dirigimos hacia pizarrón de especialidades, para enterarnos que maternidad se encontraba en el cuarto piso, caminamos hacia las escaleras principales, pero estas se encontraban bloqueadas por una escalera colapsada y atravesarla llevaría horas sino es que días, no quedo otra opción que correr hacia las escaleras de emergencia, atravesamos la salida y subimos tan rápido como fue posible hasta el tercer piso, donde terminaban estas, entramos por esta puerta y tras ella había un gran pasillo lleno de caminantes que estaban distraídos atacando una autoclave (un recipiente metálico de paredes gruesas con un cierre hermético que permite trabajar a alta presión para esterilización de material del hospital), aprovechamos esta distracción para subir al cuarto piso por las escaleras.
Al llegar por fin al cuarto piso, el lugar era un desastre, los cuartos se encontraban en llamas y una decena de infectados caminaban lentamente por el lugar, sin importarles estar quemándose, decidimos terminar con ellos haciendo el menor ruido posible, tomamos los cuchillos y los bastones y comenzamos a eliminar uno a uno a los infectados.
Por fin cayó el último de ellos que se encontraba en el piso, Wolf tomó un extintor del pasillo y trato de ingresar al cuarto que presentaba signos de violencia, accionó el aparato y logro que las llamas se sofocaran de la entrada. Ingresamos, era un cuarto normal de hospital, en la cama había un reporte que tenía el nombre del paciente, se trataba de Yö y su hijo, sin embargo, no había señales de ella, revisamos el cuarto en busca de señales, Annette salió de la habitación y revisó el pasillo, Wolf se molestó al pensar que probablemente habíamos llegado demasiado tarde, tomo un cesto de basura y lo lanzo por la ventana.

-¿Pero no te has dado cuenta que la ventana está abierta?- le dije a Wolf tratando de tranquilizarlo- ella pudo escapar por las escaleras de emergencia…-, Annette nos grito para que saliéramos, en el suelo se encontraba el cadáver de la madre de Yö, con marcas de mordidas y el cuello roto-, reingrese al cuarto, tomé una de las sabanas y la cubrí con ella… -¿a caso Yö está muerta?-, negué con la cabeza –hace unos minutos recibí una llamada de su celular, y sonaba como…- reaccioné y bajé usando la barandilla de las escaleras, hasta donde estaba el primer grupo de infectados atacando la autoclave, Wolf y Annette bajaron detrás de mí, -allí esta– señalé la autoclave, -cuando me llamo, solo escuché el sonido de metal siendo golpeado-.
Annette tomo su escopeta y comenzó a dispararles, el crecido grupo de infectados se dieron la vuelta y corrieron hacia nosotros, tomé el rifle, me hinqué con dificultad para tener una mayor estabilidad, le quite el seguro y comencé a disparar, los agresores fueron disminuyendo uno a uno, hasta que el piso se volvió un anexo de la morgue, de la nada se escucho un rugido, el ruido de los disparos habría sido suficiente para alertar a todas las cosas que se encontraran dentro del hospital, Wolf corrió hacia la autoclave y abrió la compuerta, en el interior se encontraba refugiada Yö con su bebé, Wolf se puso en cuclillas y la saco, se encontraba desmayada por la falta de aire en el interior.
Por las escaleras subió un infectado corriendo y se abalanzo contra mí tomándome por sorpresa, por la posición en la que me encontraba me derribo y trato de morderme, pero el rifle me ayudo como un escudo para mantenerlo lejos, Annette corrió hacia la cosa y la empujó por las escaleras. –¡Aquí ya no es seguro para estar!, salgamos de aquí- dijo Annette, para luego correr hacia la salida de Emergencia, me incorporé, tomé la barreta, para luego tomar al bebe entre mis brazos, lo envolví en una toalla y con ella improvisé una especie de reboso, para colgarme al niño en la espalda, detrás de nosotros se escucho un mayor número de rugidos que se acercaban por la escalera principal, Wolf fue el segundo en descender por las escaleras de emergencia.
Finalmente salí y cerré la puerta, apoye la barreta de metal contra la puerta para que esta se mantuviera cerrada, detrás de la cual se escuchaban golpes y gruñidos, el grupo de infectados nos había alcanzado y estaba tratando de matarnos, el recién nacido comenzó a llorar ante tal situación, me dirigí hacia las escaleras lo más rápido que pude con una pierna herida, descendí lentamente el primer nivel de los cuatro, tal vez haber venido no habia sido mi mejor idea, pero no era posible hacer mucho en este momento, inicie el descenso del segundo nivel cuando la puerta de emergencia cedió, por ella salieron volando algunos infectados que vi pasar y estrellarse en la planta baja, luego escuché unos pasos sobre el nivel superior de las escaleras de emergencia, los runners salieron por el pasillo y a bajar por las escaleras. Olvidando por un momento la seguridad, baje algunos escalones con apoyo de mi pierna sana y luego saltar de nivel a nivel, dándome unos segundos de ventaja, sentí como si mi pierna se fuera a romper en dos, mi pantalón se empapo de sangre y dolor se volvia insoportable…
Hasta el segundo nivel pensé que los Runners se habrían quedado mordiendo el polvo, grande fue mi sorpresa al notar que ellos estaban imitando mis movimientos, saltando de los niveles para atraparme, continúe bajando y llegue hasta la planta baja, no podía más la pierna me dolía demasiado y mi vista se volvía borrosa, me recargue en la pared al no ver a los demás, alce la mirada y vi como se acercaban los runners, había podido sobrevivir un día más, había escapado del estacionamiento de la tienda departamental para morir fuera de un hospital, revise los clips que me quedaban, solo tenía un par de municiones, suficiente para dar fin a mi vida, cerré mis ojos dándome por vencido, mi cuerpo se sentía pesado y este no respondía, el bebé seguía llorando, me moví torpemente para tratar de depositar al bebé en un cesto de basura el cual cubriría y al menos así salvaría su vida, detrás de mi podía escuchar como los infectados se reunían a mi alrededor, detrás de la puerta se escuchaba el motor de la camioneta esta vez no habría un equipo táctico que saliera de la nada para salvarnos, me quite la toalla y le deposité dentro del bote, que estaba vacío, me giré y puse el rifle en mi barbilla listo para dispararme en la cabeza y quitarme la vida en caso de ser mordido.

Estaba a punto de jalar el gatillo cuando la puerta se abrió nuevamente, salió por la puerta Annette disparando a los engendros con su escopeta y Wolf lanzando sus cuchillos, los runners cayeron, me deje caer, el bebe comenzó a llorar y perdí el conocimiento.

Una hora después desperté exaltado en la parte trasera de la camioneta, mi pierna aun dolía pero podía moverla nuevamente, me incorporé para percatarme que estaba en la segunda camioneta, mire por la ventana, la noche había caído ya, Oz volteo a verme y dijo –se te está haciendo costumbre volverte una damisela en peligro… ¿no nats?- me limite a mirar por la ventana, para percatarme de que algunas partes de la ciudad se encontraban en llamas.

Tras media hora dije –¿A dónde nos dirigimos?–, Antonio respondió –viajamos rumbo al campamento en el Ajusco… dicen tener una cura para la infección, comida, agua y muchos soldados cuidando el lugar… no hay mejor lugar que ese…- ambas camionetas avanzaron lentamente por la ciudad hasta arribar a la carretera Picacho –Ajusco, para ese momento pasaban de las doce de la noche y decidí dormitar.